Angus MacLane siempre se preguntó cómo sería el mundo de Buzz Lightyear. “Siempre me he emocionado con él desde que empecé en el estudio”, afirma el director en SensaCine. Corría el año 1997 cuando MacLane se unió a Pixar. Uno de sus primeros proyectos importantes fue Toy Story 2, la secuela de la saga sobre los juguetes que cobran vida. Su trabajo con los personajes continuó en Toy Story 3 y, tras debutar como director de largometrajes en Buscando a Dory, el legendario guardián espacial regresó a su vida por la puerta grande: con una película sobre él. “Quería hacer algo divertido y pensé que sería genial investigar el mundo de Buzz Lightyear y hacer una aventura de ciencia ficción protagonizada por él”, explica.
Dicho y hecho. El 17 de junio llega a los cines Lightyear, el ‘spin-off’ de Toy Story sobre el famoso astronauta. Pero con un giro. El filme no cuenta una aventura nueva del juguete de Andy, narra la historia detrás de la figura de acción. En su versión original, Chris Evans presta voz al protagonista. Taika Waititi, Keke Palmer y Uzo Aduba completan el reparto principal.
“Perseverancia”, responde la productora Galyn Susman sobre qué significa Buzz para ella. Susman, al igual que MacLane, lleva formando parte de Toy Story desde sus inicios. “Buzz tiene esta increíble tenacidad con la que puedo identificarme. Siempre sigo hasta que la consigo. Buzz también tiene eso y lo aprecio”.
APRENDER LO QUE SIGNIFICA SER UN HÉROE
La perseverancia es uno de los elementos con los que el protagonista de Lightyear cuenta de entrada en esta historia de orígenes. Pero al guardián espacial le falta aprender otras cuantas cosas más.
Como explica MacLane, que también es guionista de la película:
Estaba interesado en explorar esa idea de la nostalgia, de que el tiempo pasa pero todo lo que nos queda es nosotros mismos y la gente que amamos
Lightyear comienza con Buzz y toda una tripulación llegando a un planeta inexplorado. El piloto y su amiga y guardiana espacial Alisha descubren que la zona no es apta, por lo que inician la huida. Un fallo en el vuelo, con Buzz a los mandos, trunca los planes: ahora tendrán que quedarse a vivir en el planeta hasta que encuentren una forma de volver a su hogar. ¿Problema? Con cada prueba que Buzz hace a bordo de la nave para testar los hipersaltos, para él solo pasan unos minutos, pero para los que se quedan en tierra cuatro años. Y Buzz, empeñado en resolver su error, repite la prueba una y otra vez a medida que ve cómo Alisha construye una familia, tiene hijos y nietas y muere mientras él sigue siendo joven.
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Hasta que, tras una de sus pruebas, Buzz regresa y su amiga ya no está. El planeta ha cambiado demasiado: hay un nuevo líder, ha llegado una nave alienígena y hay unos robots cuyas intenciones no son buenas. Ante este panorama, el protagonista sigue aferrándose al pasado, a su misión: conseguir devolver a todos a sus casas. Pero eso va a tener que cambiar.
“¡Hasta el infinito y más allá!”, la mítica frase del guardián espacial va adquiriendo un significado diferente a lo largo de la película. “Al principio, con los saltos en el tiempo, la frase es más: vamos a seguir hacia el futuro sin preocuparnos de lo que está ocurriendo“, explica MacLane. Pero cuando Alisha ya no está y la amenaza de la nave alienígena se cierne sobre el planeta, Buzz debe aprender a vivir el presente.
Como cuenta MacLane:
Buzz necesita aprender y no ser demasiado nostálgico del pasado o centrarse demasiado en corregirlo
Y además de eso, también tiene que descubrir que ser un héroe no es lo que él pesanaba. “Estaba interesado en contar que su idea de lo que debería ser el heroísmo es sufrir solo, y que al final se diese cuenta de que no puede hacer eso”, añade MacLane. ¿Cómo? Gracias a un adorable robot gato llamado Sox, a Izzy -la nieta de Alisha-, a un hombre miedoso llamado Mo y a una mujer llamada Darby que ha tenido sus problemillas con la justicia. Al principio, Buzz intenta deshacerse de ellos, hasta que se da cuenta de que los necesita.
“Buzz crea conexiones con estos personajes, que pueden enseñarle que son valiosos para él y que quieren vivir con él”, indica MacLane. Con este grupo, la frase “¡Hasta el infinito y más allá!” se transforma: El pasado y el futuro se convierten en presente y familia. “Lo que siempre quisimos hacer fue: Buzz encuentra una familia o Buzz decide asentarse y vivir una vida en contraposición de ese ‘hasta el infinito y el más allá’ del principio”.
Sobre estas líneas, no te pierdas el tráiler de Lightyear y, a continuación, nuestra videocrítica de la película.
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