Spoilers de ‘Peaky Blinders‘ a continuación

En el final de la serie ‘Peaky Blinders’ vimos a Arthur Shelby de nuevo en plena forma para un último estallido ultraviolento en nombre de su tía Polly, acompañado de ametralladoras, gas mostaza y mucha, mucha furia. Fue un glorioso regreso para un personaje que llevaba demasiado tiempo pasándolo fatal.

El personaje, interpretado por Paul Anderson, ha sido la fuerza que complementaba el cerebro de Tommy Shelby (Cillian Murphy) desde la primera vez que pusimos la mirada en este clan de gánsteres que usa gorras planas y trajes elegantes, convirtiéndose en un firme favorito de los fans en el proceso.

Sin embargo, a medida que avanzaban las temporadas, Arthur se perdió en algún lugar, y su papel como segundo al mando se redujo a casi nada cuando llegó la sexta temporada. Ni siquiera ha recibido un adiós adecuado en la pantalla.

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Fue una pena ver a un personaje así, plagado de ira y problemas de salud mental, convertirse en el objeto de todos los chistes. Arthur siempre ha sido divertido de ver, pero incluso con sus ingeniosas frases y su leve ingenuidad a pesar de su avanzada edad, siempre estuvo acompañado de algo un poco más oscuro.

A lo largo de la serie, ha quedado claro que Arthur le quería pedir más a la vida, más de lo que los Peaky Blinders le brindaba, aunque nunca pudo precisar qué era esa cosa ‘extra’. En un momento, buscó consuelo en la religión y en su esposa, Linda, y en otros momentos buscó el poder y el respeto que tenía Tommy, creyendo que se le debía al ser el hermano mayor. Pero siempre hubo un consuelo en él sabiendo su lugar dentro de las filas de la Shelby Company Ltd, y sus actividades menos que legales, por lo que se quedó.

También era el más accesible de los hermanos. Si querías llegar a Tommy, la mejor manera de hacerlo era caerle bien a Arthur. Fue el que mejor le dio la bienvenida a Finn mientras lo entrenaban en el imperio familiar, y siguió siéndolo cuando Duke (Conrad Khan), el hijo secreto de Tommy, apareció sin previo aviso en la sexta temporada. Por sus pecados, Arthur ha demostrado ser muy bueno juzgando el carácter de los demás y alguien dispuesto a enseñar y compartir.

Aun así, en la quinta temporada comenzó a perder un poco el control de la realidad, y sus impulsos violentos lo llevaron a lastimar a quienes no lo merecían, Linda lo dejó y buscó refugio en el opio. En el salto temporal de cuatro años entre las temporadas cinco y seis, Arthur se ha convertido en un adicto al opio en toda regla y apenas podía mantenerse erguido el tiempo suficiente para ponerse un traje de Papá Noel para los hijos de la familia Shelby.

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En resumen, la sexta temporada ha decepcionado gravemente a Arthur. Su drogadicción parecía una conveniente excusa para limitar sus escenas y dar paso a más pensamientos depresivos de Tommy, mientras que un millón de tramas diferentes se tomaban su tiempo para converger en una sola.

Cuando se necesitaba a Arthur resulta que tenía un día limpio de drogas, y, cuando no se le necesitaba, quedaba en el fondo. La adicción le hace esto a una persona, no se puede negar eso, y las formas en que se usaba el opio durante esa época es fidedigno. Incluso Tommy reconoció que los padres se lo dieron a sus hijos cuando cerró el fumadero de opio que Arthur frecuentaba tanto.

Pero dentro del esquema de la serie en este momento, parece que no estaban seguros de qué hacer con Arthur. Él no es el único Shelby en sufrir este destino, ya que a Finn (Harry Kirton) solo le vemos el pelo en los últimos dos episodios.

Fue añadido a escenas en las que no necesitaba estar, como cuando se unió a Isiah y a un grupo de nuevos pandilleros de los Peaky Blinders para ir a los muelles de Liverpool, solo para desmoronarse al conocer a Hayden Stagg (Stephen Graham). Vimos a Arthur derrumbarse por completo, solo para que Tommy lo levantara de los tirantes y lo motivara para que dejase de consumir.

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Resultó que eso era literalmente lo único que necesitaba, y al final de repente no solo volvió a ser el mismo matón y violento de antes, sino que declaró con orgullo que está limpio y que “el dragón se ha ido“, lo que sugiere que ha superado por completo su adicción. Aunque nunca los ves en una escena juntos, incluso se sugiere que había arreglado las cosas con Linda, quien le disparó en la quinta temporada y desapareció después de dejarlo.

Linda ha aparecido en muy pocas escenas en esta sexta temporada, siempre con Tommy, y hasta estuvo presente en la cena de despedida de Tommy. ¿Sabéis quién no estuvo en la cena de despedida? Arthur. La única persona a la que realmente le dijo la verdad sobre su condición con el tuberculoma. Esto luego resulta ser un truco de Mosley, pero en lo que respecta a Arthur y Tommy en el momento de la fiesta, fue 100% real, y la cena fue la última vez que los hermanos pudieron verse.

La ausencia de Arthur se atribuyó a que estaba mirando peces en el lago local porque no le gustan las despedidas, y Linda leyó una breve nota en su nombre.

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No sería la primera vez que una serie utiliza ese tipo de dispositivo narrativo para excusar la ausencia de un personaje. Pero en última instancia, es realmente trágico que la amistad y la hermandad entre Arthur y Tommy, una relación que ha proporcionado un punto débil para estos hombres aparentemente inquebrantables a través de múltiples muertes familiares, el crecimiento de un negocio y una guerra, no tuvieran el cierre que merecía.

La película Peaky Blinders ya está en camino, por lo que es posible que la pareja se reúna si Tommy decide regresar al redil familiar. Pero si lo hacen, esperamos que Arthur obtenga el tipo de final que realmente se merece, que en nuestra opinión, es finalmente encontrar algún tipo de paz o morir de forma épica en medio de una lluvia de disparos.

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