A continuación, spoilers de la séptima temporada de The Boys.

‘The Boys’ (Amazon Prime Video) acaba de fastidiar a A-Train con su última historia y no estamos 100% seguros de que se lo merezca.

De ninguna manera A-Train (Jessie T Usher) es un buen tipo. De hecho, las cosas que ha hecho son tan despreciables que harían que se te encresparan los pelos de los dedos de los pies. ‘The Boys’, una de las mejores series de acción, comenzó con la insensible y descuidada muerte de la novia de Hughie, Robin (Jess Salgueiro), de la que luego se rio, y se fue acumulando a medida que avanzaban las temporadas.

El asesinato de su novia Popclaw (Brittany Allen) que, cabe señalar, hizo pasar por una sobredosis de drogas, ocupa un lugar destacado en esa pila.

Por no mencionar la vez que entregó a Supersonic (Miles Gaston Villanueva) a El Patriota por conspirar con Luz Estelar (Erin Moriarty). Esto lo hizo sabiendo que el super homicida asesinaría a Supersonic, pero oye, cualquier cosa con tal de tener una ventaja sobre Vought, ¿no?

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No es un buen tipo. Y como la jefa de Vought, Ashley Barrett (Colby Minifie), tiene la amabilidad de recordarle “se ha pasado más de 100 horas en reuniones de gestión de crisis pensando específicamente en cómo encubrir sus gilipolleces”. Eso incluye sus tres “asesinatos directos”.

Sin embargo, en el mundo de ‘The Boys’, A-Train no es el peor: El Patriota (Antony Starr), Soldier Boy y Stormfront (Aya Cash) son bastante peores. Sobre esto, ojo a ‘The Boys’ y la loca teoría sobre los padres de Patriota. Incluso la personalidad maleable y la ingenuidad de Profundo le hacen cómplice de algunas cosas bastante atroces.

Últimamente, A-Train ha emprendido un viaje de redención. Es cierto que estaba motivado por su deseo egoísta de salvar su maltrecha carrera y seguir siendo relevante, pero en el camino se transformó en algo genuino.

A-Train ha estado luchando por su lugar en Vought, ya que sus poderes se han visto obstaculizados por su corazón debilitado (demasiado compuesto V te hace eso)

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Su crisis de identidad le llevó a un cambio de imagen con un gran enfoque en la responsabilidad cultural. Esto culminó en su búsqueda de la justicia social y racial en relación con el violento exceso de vigilancia de Blue Hawk en los barrios negros.

Para intentar salvar la imagen de Vought, Blue Hawk (Nick Wechsler) acudió a una reunión de la comunidad en uno de los barrios negros que patrullaba para pedir disculpas de manera pública y, claro, televisada. El encuentro se torna amargo y en el alboroto que se produce, el hermano de A-Train, Nathan (Christian Keyes), sufre una lesión que le deja permanentemente paralizado.

Este suceso y sus implicaciones personales transformaron la antipatía de A-Train por Blue Hawk en odio. No sólo por lo que le ocurrió a Nathan, sino por quién era Blue Hawk, lo que había hecho y las creencias racistas que tenía.

Más tarde, A-Train se desquitó durante ‘Herogasm’, uno de los 10 mejores episodios de ‘The Boys’ según los fans, cuando sacó a correr a Blue Hawk, arrastrándolo por el asfalto a una gran velocidad.

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La muerte de Blue Hawk -aunque no del todo inmerecida- fue más que horripilante. Fue una penitencia en su máxima expresión y una representación física de la rabia que A-Train sentía por él.

Pero tuvo un coste. El corazón de A-Train finalmente se desplomó y el precio para salvarlo fue el trasplante del corazón del propio Blue Hawk.

…….

Él, un hombre negro, tiene el corazón de un racista. Demasiado lejos, ‘The Boys’. Demasiado lejos.

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Darle a A-Train el corazón de Blue Hawk parece un movimiento insensible para hacerle pagar por sus propios crímenes. Como un inteligente intento de justicia poética que se lee menos como estrofas y versos y más como una crueldad incómoda.

No es solo el corazón de un hombre al que odiaba, sino el de alguien que maltrató a su pueblo por el color de su piel. Blue Hawk los despreciaba y ahora ese corazón despectivo mantiene vivo a A-Train.

El impacto mental y emocional que puede causar no será fácil de remediar. Va más allá de Black Hawk y sus actos. Es un recordatorio constante, que late en su pecho, de las injusticias que sufre la comunidad negra a manos de gente de poca monta y mala voluntad.

Es un apretón de dolor psicológico minuto a minuto, segundo a segundo. Es un desastre, eso es lo que es, y si eso no te hace, al menos, estremecerte, es que no eres capaz de sentir compasión. Y eso que todavía falta por ver cómo el giro final de Soldier Boy en ‘The Boys’ prepara una revelación mayor…

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