¡Spoilers de ‘La Casa del Dragón‘ a continuación!

‘La Casa del Dragón‘ ha tenido un pequeño crossover con ‘The Boys’, (cuya temporada 4) ya tiene luz verde), y ha sido igual de incómodo que la primera vez que lo vimos.

Bueno, es verdad que decir crossover igual es demasiado, pero definitivamente hemos visto esto antes.

En este caso de “quién lo hizo mejor” tenemos a: Aegon Targaryen (Ty Tennant) desnudo en las alturas de la Fortaleza Roja, masturbándose sobre los ciudadanos de Desembarco del Rey, al más puro estilo de Patriota en ‘The Boys’. Lo único que falta son las palabras “puedo hacer lo que me dé la gana“, mientras culmina el acto por todo lo alto.

La expresión de Aegon no es muy distinta a la del superhéroe en su momento de explosión gloriosa.

Por suerte para nosotros, el sonido del golpeteo es interrumpido por la llegada de Alicent. Al contrario que el público, no parece muy perturbada por lo que ve, ya que tiene asuntos más importantes entre manos, por así decirlo.

La autocomplacencia de Aegon, sin duda, presagia qué tipo de rey tiene posibilidades de ser: con derecho, arrogante, indulgente y, sin duda, egoísta (¿nos recuerda a alguien? *ejem Patriota*). Pero esta escena no se trata de él.

HBO

Sin duda, su culo desnudo puede robar el show por unos instantes y que su madre sea testigo del acto es tan vergonzoso para él como para nosotros, pero no. Esta escena es, de nuevo, sobre la lucha de poder entre Alicent (Olivia Cooke) y Rhaenyra (Emma D’Arcy).

Alicent acude a la estancia de Aegon con la intención de regañarlo por asociarse con sus sobrinos (los hijos de Rhaenyra) para burlarse de su hermano Aemond.

La conversación pronto desemboca donde todo lo hace siempre en ‘La Casa del Dragón’: el asunto de la sucesión. Alicent le recuerda a Aegon que llegará el momento en el que Rhaenyra heredará el trono, seguida por su hija Jacaerys. A lo que Aegon despreocupadamente responde: “¿Y?“.

Su respuesta es reveladora, especialmente sabiendo lo que está por venir.

La serie está deslizándose hacia una guerra civil masiva (conocida como la Danza de Dragones) donde los hermanos se enfrentarán entre ellos, despiadadamente, por el Trono de Hierro.

HBO

Es evidente que desde su juventud, Rhaenyra tenía ambición por el trono, o por la libertad que le concedería. Le otorgaría más licencias de las que podría tener como una simple princesa, como una mujer.

Aegon, al contrario, no lo desea mucho. Así que, ¿cómo pasará de esa indiferencia, a un violento deseo de asesinar a su medio hermana?

Alicent es la razón. Es la jugadora moviendo las piezas de ajedrez sobre el tablero.

En un giro irónico del destino, termina ocupando el mismo papel en la vida de su hijo que su padre Otto Hightower (Rhys Ifans) en la suya. Comienza a manipular a Aegon en beneficio propio y esto se vuelve evidente en esta escena.

Tras la indiferente reacción de Aegon sobre la sucesión de Rhaenyra, Alicent le alerta de que el hecho de que su hermana ascienda al trono, podría significar la eliminación de cualquiera de sus derechos como heredero. Lo que implicaría que su vida y la de su hermano Aemond estarían en peligro.

HBO

Esto no provoca el despertar del fuego de Aegon, quien sinceramente admite que no quiere confrontar el derecho de su hermana a la sucesión.

Pero, antes de que consiga terminar la frase, Alicent va de cero a cien, recordándole (a unos decibelios que solo los perros pueden escuchar), que él es el peligro. “Simplemente por estar vivo y respirar“, pone en riesgo el derecho al reino de Rhaenyra.

Es como si ella fuera Otto II, dándole a su hijo la misma advertencia que él le dio a ella una vez. Previamente, Otto había intentado asustar a Alicent y llevarla a la acción a base de mostrarle el peligro en el que sus hijos estarían, si Rhaenyra decidiera tomar el camino “menos pacífico” hasta el trono.

Alicent, sin embargo, no está actuando por el miedo a las vidas de sus hijos. Al menos, esa no es la única razón por la que está tan empeñada en entrometerse en el camino de Rhaenyra. Si sus hijos fueran el foco, habría aceptado la propuesta de Rhaenyra de prometer a su hijo con la hija de Alicent, poniéndole fin a cualquier lucha entre las casas (con un pequeño incesto).

En lugar de eso, ella tomó la oportunidad de humillar a Rhaenyra en la corte, dirigiendo la atención a sus pechos, de los que salía leche.

HBO

Esto se suma a la humillación que Rhaenyra sufrió después de que le ordenasen mostrarle a la reina su bebé, inmediatamente después de haber dado a luz.

La traición que Alicent sintió por las indiscreciones sexuales de Rhaenyra parece ser la verdadera fuerza impulsora detrás de sus acciones y la ira que sintió parece haberse enquistado a lo largo de los años.

La antigua herida de Alicent se niega a sanar y se va ensanchando más y más con el hecho de que está segura de que los hijos de Rhaenyra no son de su marido Laenor, sino un producto de otra inmoralidad sexual. En esta ocasión, de su relación con Harwin Strong (Ryan Corr).

En este momento con Aegon, presenciamos el intento de Alicent para romper la balanza entre él y su hermana, debido a un problema que ni siquiera existe. Aegon no tiene deseo por el trono y no resulta un peligro para Rhaenyra.

HBO

Pero Alicent sabe que eso no importa. Así que crea una nueva narrativa que dibuja a Rhaenyra como una contrincante viciosa y manipuladora.

Sigue avivando la hoguera de la discordia, argumentando y tejiendo un complot mientras juega un papel de inocente, para expulsar a Rhaenyra, demostrando que la guerra civil nunca fue debida a dos hermanos peleándose por el trono.

En su núcleo, no hay duda que se trata del poder y de la incapacidad de dos antiguas amigas para poner de lado su dolor y reconciliar sus diferencias.

‘La Casa del Dragón’ emite sus nuevos episodios todas las semanas en HBO Max. Todas las temporadas de ‘Juego de Tronos‘ están disponibles en streaming en HBO Max.