Todas las series de médicos que hemos visto durante décadas tienen un poco de series de superhéroes. En la mítica ‘Urgencias’, disponible en HBO Max, ‘Anatomía de Grey’, ‘House’, ‘Chicago Med’ o en la española ‘Hospital central’, los doctores y doctoras se enfrentan a situaciones extremas a diario, salvan vidas en el último minuto y resuelven diagnósticos imposibles mientras tienen apasionantes vidas personales. Por lo general son también guapísimos (uno de ellos era George Clooney, por el amor de Dios).

Hemos visto muchas series de médicos, pero ninguna como ‘Esto te va a doler’, disponible completa en Movistar Plus+. Aquí el protagonista no tiene supervelocidad, ni omnipotencia, ni clarividencia: es un hombre normal sobrepasado por una carga de trabajo inhumana, que recorre la planta de ginecología aplastado por el agotamiento y el cinismo y a veces comete errores con consecuencias fatales para las madres y/o los bebés. Ben Whishaw nunca ha estado tan feo, con ojeras enormes y signos de desnutrición.

Otra diferencia importante es que este médico trabaja en un hospital público de Londres, un edificio que se cae a pedazos y en el que trabaja mucho menos personal del que debería. Alejándose de la visión estilizada e idealizada de la sanidad privada estadounidense (un país donde la gente sale endeudada de los hospitales), el creador y guionista Adam Kay nos enseña, con un filtro de humor negrísimo, los peligros y desgracias que trae el maltrato a la sanidad pública, esa joya que tenemos en muchos países europeos y que tanto peligro corre (porque, como estamos descubriendo en los últimos años, el estado del bienestar no se sostiene con aplausos desde los balcones sino votando a partidos que no quieran desmantelarlo).

Kay sabe de lo que habla. El ahora cómico y guionista primero se dedicó a la medicina. Durante sus años trabajando en hospitales públicos a lo largo de Reino Unido escribió unos diarios en los que reunía anécdotas e historias vividas en el trabajo; muchas delirantes, algunas descorazonadoras. Tras tener una experiencia traumática en la que salvó por los pelos a una mujer embarazada pero perdió al bebé, abandonó la medicina. Años después reunió esas historias en un libro titulado ‘Esto te va a doler: El diario secreto de un médico residente’ que fue todo un fenómeno dentro y fuera de Reino Unido, vendiendo más de un millón y medio de copias y aguantando 52 semanas en el número uno de las listas de ventas. También inspiró una conversación nacional sobre el estado de la NHS, la sanidad pública británica.

La serie, coproducida por la BBC y AMC, convierte ese anecdotario en una historia de siete episodios con Adam (Wishaw) en el centro. Un médico que no es extraordinario pero sí competente, y sobrevive como puede a los largos turnos de trabajo sin días de descanso, las llamadas contradictorias y acumuladas en el busca (la serie está ambientada en 2006) y la falta de compañeros y superiores que le ayuden. El cansancio y la presión le han convertido en un hombre amargo, maleducado y encerrado en sí mismo, y que trata mal a sus inferiores (entre ellas, la matrona jefa Tracy, que es mejor profesional y persona que él, y la interina Shruti, una entregada doctora en ciernes que pasa su poco tiempo libre estudiando para sus últimos exámenes y empieza su carrera acusando ya el agotamiento). Las pocas horas que pasa en casa con Harry, su entregado, comprensivo y alegre novio, se esfuerza más en esconder sus preocupaciones y traumas relacionados con el trabajo que en mantener la conexión entre los dos viva.

BBC

Una comedia muy negra que se vuelve tragedia

Aunque no es recomendable para las embarazadas ni para estómagos sensibles (está llena de imágenes muy gráficas), ’Esto te va a doler’ empieza siendo muy divertida. Kay imprime en la serie el espíritu surrealista y disparatado de las anécdotas de su libro, y Whishaw compensa la antipatía y la desilusión de su personaje con carisma, encanto, sarcasmo y una resignación adorable. A veces rompe la cuarta pared para hablar directamente al espectador, un recurso peligroso y ya algo trillado, pero lo hace pocas veces y siempre funciona. A lo largo de los episodios la comedia va poco a poco diluyéndose mientras vemos cómo la vida de Adam y su salud mental se desmoronan. Empieza como una comedia negra de médicos, algo parecida a ‘Nurse Jackie’ (entretenida serie de la era de las antiheroínas de Showtime que protagonizó Edie Falco), pero se acaba convirtiendo en una tragedia.

Una tragedia en la que trabajadores sacrificados entregan sus vidas y su bienestar, físico y mental, a un sistema roto, despreciado y olvidado. Atrapados entre la insatisfacción y el enfado de los pacientes (a veces con razón, otras sin ella) y la indiferencia e inconsciencia de los que están arriba, gestionando y tomando decisiones de las que dependen las vidas de todos. Y no solo vemos sufrir a Adam sino, de una forma u otra, a todos sus compañeros, pero especialmente a Shruti, esa entregada interina que va aprendiendo a base de golpes mientras ve la corrosión en su jefe y en sí misma y pierde la esperanza y la ilusión ante la vida que ha escogido. Ella es uno de los personajes inolvidables de 2022 y la interpretación de la novata Ambika Mod, con esa conmovedora fortaleza sutil que transmite, debería asegurarle trabajo para muchos años.

Cuando ‘Esto te va a doler’ llega a su fin, queda claro que el título no era una exageración. Esta es de las series que no se olvidan fácilmente. Y no deberíamos: Adam Kay nos está mostrando que las personas que tienen que cuidarnos están siendo descuidadas. Menospreciadas, maltratadas e ignoradas. Si algo podemos dar por hecho en la vida es que en algún momento nos dolerá algo, y ahí estarán ellos para cuidarnos. Sin dormir, sin comer y sin el tiempo suficiente para atendernos, pero lo harán. Qué remedio.

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