Quiénes son los Daniels, el dúo detrás de la locura maravillosa ‘Todo a la vez en todas partes’
Ya está en los cines españoles ‘Todo a la vez en todas partes’, una película que llega apoyada por críticas excelentes desde su estreno en el Festival SXSW en marzo y un paso por la taquilla estadounidense nada desdeñable que ya alcanza los más de 57 millones de recaudación. Es una de las mejores películas indies del año, aunque podría ser perfectamente una superproducción de Marvel: cuenta la historia de una madre inmigrante que descubre que tiene poderes para atravesar el multiverso y acaba enfrentándose a una amenaza sobrenatural sin precedentes. La encargada de dar vida a esta madre es nada más ni nada menos que Michelle Yeoh, la leyenda de las artes marciales de ‘Tigre y dragón’.
‘Todo a la vez en todas partes’ es una película única que aúna todo lo que los Daniels han hecho en su carrera: mezclas de géneros, una orgía visual de efectos especiales, comedia negra y absurda, ideas surrealistas, giros impredecibles y una gran cantidad de corazón. Y deja claro que este dúo de cineastas tiene mucho que aportar a la escena indie estadounidense, y no sería nada raro que acabaran dirigiendo una o varias películas para Marvel (casualmente los Russo, directores de ‘Vengadores: Endgame’ y muchas otras, son los productores de esta película).
Amigos (más o menos) desde la universidad
Dan Kwan, 34 años, y Daniel Scheinert, 35, se conocieron en la universidad. Ambos eran estudiantes de Emerson College, un prestigioso centro privado en Boston especializado en comunicación y artes visuales. Aunque parezca mentira, no se cayeron muy bien al principio cuando coincidieron en un curso de animación 3D. “Yo tengo TDAH y odiaba estudiar”, recuerda Kwan en la Rolling Stone. “Dan quería participar en todo. Nos estuvimos juzgando el uno al otro todo el tiempo”.
Sin embargo la vida les hizo coincidir una y otra vez y acabaron trabajando juntos como ayudantes de profesores en el campamento de verano de la Academia de Cine de Nueva York. Ahí ya sabían que compartían varias señas como creadores, como su extraño sentido del humor: el proyecto de fin de curso de Kwan era un corto animado sobre un hombre que padece de insomnio y aprovecha las noches para desvestir a la gente que duerme y lavarles la ropa; el de Scheinert iba sobre un niño muerto cuyo cuerpo era pilotado por unos tigres pequeños.
En algún momento se juntaron y se volvieron prolíficos creadores de cortometrajes, que a menudo se convertían en pequeños fenómenos virales. Uno de los más exitosos fue ‘Swingers’, publicado en 2009, en el que, según los rótulos de texto, Scheinert interpretaba a Vince Vaughn y Kwan a Jon Favreau. Un detalle absurdo y sin conexión con la trama, pero que denota su pasión por el indie y la comedia estadounidense.
Después de ‘Swingers’ vendría ‘Puppets’, ya firmado bajo el pseudónimo grupal Daniels. La sucesión de éxitos en Internet les hizo aceptar que son un buen tándem. “Internet nos dijo que nos juntáramos”, explicó Scheinert. “El algoritmo nos juntó y aún no nos hemos podido separar”, añadió su compañero, que explica sus diferentes aportaciones creativas así en una entrevista con RogerEbert.com: “Él viene de la improvisación y la comedia, yo de la animación y el diseño. Estamos en lados completamente opuestos del espectro, pero resulta que tenemos un sentido del humor similar. Y por alguna razón funciona. En cada paso del camino somos distintos, guionistas diferentes, diferentes en la preproducción, nos turnamos para estresarnos por cosas distintas”.
La trama de ‘Swingers’ también dejaba entrever qué tipo de historias contarían los Daniels. A lo largo de un minuto, los dos personajes sufren un pequeño accidente en un columpio que tendrá una imprevisible consecuencia: les intercambiará las caras. Ideas surrealistas que demostraban su control de los efectos visuales. “Podemos hacer cosas locas con poco dinero”, resumió Scheinert. Algo muy atractivo para el mundo del videoclip, donde acabaron forjándose un nombre tras dirigir videos de Foster The People (‘Don’t Stop (Color on the Walls)’ con la actriz de ‘Precious’ Gabourey Sidibe), The Shins (‘Simple Song’) o Tenacious D (‘Rize of the Fenix’).
Pasaron años trabajando en proyectos sin remuneración o muy mal pagados para conseguir hacerse un nombre; han admitido que la industria de los videoclips y los cortos es casi intransitable si no vienes de un ambiente al menos acomodado. Su mayor éxito en los videoclips fue ‘Turn Down for What’ de Lil John y DJ Snake, un trabajo de meses por el que solo cobraron 2.000 dólares cada uno. En él ya ponían en práctica su humor absurdo y escatológico. “Esta es la canción más estúpida que nos han enviado. Propongamos el vídeo más estúpido de nuestra carrera”, pensaron. El clip recibió varias nominaciones en los MTV Video Music Awards y ahora mismo lleva más de 1.100 millones de visualizaciones en Youtube.
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La mayoría de sus videos contaban complicados relatos: “Tiene gracia mirar atrás y darse cuenta de que claramente muchos de nuestros videoclips gritaban: ‘¡Queremos contar historias narrativas!’”, reflexiona Scheinert. Y la oportunidad acabó llegando.
Su debut, premio a la Mejor dirección en Sundance
Su primera película, ‘Swiss Army Man’, fue descrita como “la película más rara jamás vista en Sundance” por el New York Times. En ella, Daniel Radcliffe interpretaba a un cadáver con flatulencias que se hacía amigo de un hombre solitario al que daba vida Paul Dano. Llena de, cómo no, momentos estrambóticos, música indie e ideas muy imaginativas, llamó la atención porque generó en su mayoría críticas muy entusiastas (y sí, algunos, unos pocos, se salieron de la sala). Los Daniels contaban historias inclasificables, pero también eran capaces de emocionar con ellas.
“El principio del proceso fue un poco como un gran salto desde un precipicio. Nos encantaba la idea de que la película estuviera loca. ‘Parece un reto. Hagamos esa película’. Saltamos desde un precipicio y durante la caída nos pasamos todo el tiempo intentando hacerla algo convencional. No convencional, pero sí familiar”, intentaba definir Scheinert. ‘Swiss Army Man’ era un relato sobre la soledad y sobre la necesidad de los “outsiders” de encontrar compañía. Hicieron llorar a la cantante Sia y ganaron el premio a la Mejor dirección en Sundance en 2016.
Una película que fue desarrollada en la incubadora Sundance Labs, donde los Daniels mejoraron el guion con la ayuda de cineastas consagrados. “Había como 50 ideas en él, y nos ayudaron mucho a centrarnos en unas pocas. La experiencia también nos hizo pensar en algo más personal y emotivo. Pensamos que podíamos hacer una comedia sobre pedos, pero también podíamos hacer un drama sobre pedos”.
Esa emotividad articula sus obra y se respira en sus dos películas. Los Daniels son un ejemplo de las nuevas masculinidades: hombres vulnerables y frágiles alejados de los estereotipos de macho alfa. “Los dos éramos chicos muy expresivos, no se nos daban bien los deportes, era algo con lo que vivíamos y que aceptamos”, relata Kwan sobre sus años como estudiantes de instituto, donde eran víctimas constantes de bromas pesadas. “Es gracioso que intentáramos hacer una película de supervivencia, casi el tipo de historia más masculina posible, pero acabamos haciendo la película de supervivencia menos masculina de la historia. Los dos se sientan en el bosque y hablan sobre sus sentimientos”.
Sobre el rodaje, Radcliffe habló del proceso de creación en equipo que lideran los Daniels, como patriarcas de una gran familia: “La atmósfera que los Daniels crean en el rodaje no se parece a nada en lo que haya trabajado antes. Son muy colaborativos. Todo el mundo en el equipo había trabajado con ellos en sus vídeos musicales o les conocía desde la universidad”.
Ese componente familiar está en sus vidas personales. Ambos residen en Nueva York, cerca el uno del otro. Kwan tiene una casa en el barrio del Highland Park, donde vive con su esposa Kirsten Lepore, una galardonada artista de animación con la que tiene un hijo. Su hermano James, otro animador, también vive con ellos. En esa casa montaron ‘Swiss Army Man’. “Cuando estábamos editando iba paseando con mi perro todos los días”, ha rememorado Scheinert, que vive a menos de medio kilómetro.
‘Todo a la vez en todas partes’
Después han seguido trabajando, juntos y por separado. Kwan ha dirigido un episodio de ‘Legión’ y uno de ‘Awkwafina es Nora de Queens’, mientras que Scheinert ha dirigido por su cuenta un episodio de ‘Llegar a ser Dios en Florida’ y la película ‘The Death of Dick Long’, comedia negra escrita por Billy Chew y estrenada en 2019.
Ahora llega a España su segundo largometraje. ‘Todo a la vez en todas partes’ tiene todo eso que había en sus anteriores trabajos: humor, acción, entretenimiento, pero también subtexto, reflexiones y emoción. “Es una aventura sincera en la que se embarcan Michelle [Yeoh] y su familia”, explica Scheinert. “Fue divertido escribir desde esa perspectiva, empezar con algo con lo que la gente pueda conectar, en vez de un cadáver pedorro desde el principio. Desde ese lugar más accesible, intentar explorar otras cosas filosóficas, locas, raras y absurdas que reflejan nuestro punto de vista, y dicen algo de las divisiones generacionales y cómo nos cuesta entendernos los unos a los otros”.
Sobre la explosiva mezcla de tonos en la película, Kwan tiene una explicación aplastante: “Así es como vivimos la vida ahora. Estamos constantemente experimentando la comedia, la tragedia, la confusión y la rabia a la vez. Estás haciendo ‘scroll’ en las redes sociales y la gente está hablando de la muerte de alguien junto a un vídeo raro de un gato bailando”. Es cierto que vivimos teniendo acceso a todo, a la vez, en todas partes.
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