Víctor Palmero: “Afortunadamente, cada vez hay más referentes de diversidad sexual”
La historia de ‘Johnny Chico’ nació una noche en Nueva York. “Estaba aburrido, que manda huevos estar aburrido en esa ciudad, y me acordé de una página web de textos australianos que me había recomendado un compañero”, nos cuenta Víctor Palmero. “Encontré Go by Night, de Stephen House, y me conquistó desde la escena 1”. Tras una exitosa temporada en el Teatro Lara de Madrid, donde pasó de la sala pequeña a la grande, y una gira que le ha llevado por ciudades como Zaragoza, Barcelona o Valencia, el intérprete está de vuelta en la capital, esta vez a las tablas del Infanta Isabel, con este desgarrador monólogo dirigido por Eduard Costa, que puede verse hasta el próximo domingo 3 de julio y en el que, encarnando hasta diez personajes, cuenta la historia de un chico que no encaja ni en la realidad ni en el cuerpo en el que vive, pero que trata de sobrevivir con un único objetivo: ser amado. Hablamos con él sobre la función (cita imprescindible), su próximo estreno en cine, ‘Todos lo hacen’; y ‘Abisal’, un proyecto que prepara para Netflix. Además, continúa con la gira como maestro de ceremonias de ‘The Hole X’.
Increíble el viaje que te pegas en cada función de ‘Johnny Chico’…
Tengo las piernas llenas de morados y termino con una resaca emocional y física heavy, pero estoy muy agradecido.
El texto llegó cuando estabas interpretando a Alba en ‘La que se avecina’. ¿Bebiste de los mismos referentes?
Me llamaron la atención los paralelismos con ese personaje y el poder vivir una historia desde otro prisma. Lo interesante de Johnny no es tanto que planteara la transexualidad como ese interrogante consigo mismo. Ahora hay más formas de definir la diversidad sexual y Johnny podría ser un no binario. Hoy en día vivimos un momento muy guay a nivel cultural para tener referentes constantes: desde realities hasta personajes del cine o la literatura.
Llegas a interpretar hasta diez personajes sobre el escenario…
Quería trabajar desde algo natural y diferente a lo que se había visto de mí en televisión en los últimos años y luego que se ramificara a la madre, el camionero, la psicóloga, Perla, para la que sí hubo algo de inspiración en ‘La mala educación’ de Almodóvar…
¿Has recibido muchos mensajes de agradecimiento?
Muchos. Recuerdo uno especialmente emocionante de una chica en Zaragoza que me dijo que había ido sola al teatro, su madre estaba en el hospital y me escribía desde allí. Me contó que se había sentido muy identificada con ese momento de ir a Madrid y notar que moría y volvía a nacer. Por eso digo que, a pesar de que la función me deja exhausto, me devuelve toda la energía que me quita con cosas como esta.
¿Qué has aprendido de Johnny?
Al principio había cosas suyas que me costaba entender, porque parece que tiene un punto misógino y frívolo. Pero, en realidad, todos tenemos esos momentos y bromeamos con cosas que públicamente no estarían bien vistas. Conozco cada esquina de Johnny a la perfección y entiendo que con una vida como la suya es difícil empatizar con otras cosas. Es imperfecto, como todos, y eso nos hace humanos. Me llevo todo eso, lo bonito que ha sido ver a tanta gente sentirse identificada y el cariño de los compañeros de profesión, que me nominaron en los Premios de la Unión de Actores.
Eres uno de los actores que más has hecho por el coletivo LGTBIQ+. ¿Sientes responsabilidad?
No quiero colgarme ninguna medallita, pero Alba, de ‘La que se avecina’, nació en un momento en que no había ningún tipo de visibilidad trans en televisión y se notó mucho el boom que generó el personaje. Fue increíble la acogida y el cariño que me mostraba la gente por la calle. Ha habido una evolución brutal en ese aspecto gracias a series como ‘Veneno’, ‘Paquita Salas’, ‘Pose’…
Y en España, en concreto, gracias a creadoras como Abril Zamora.
Sí, que además es amiga mía. Me ha fascinado su trabajo en ‘Todo lo otro’ y me encanta que alguien trans pueda ser protagonista de una serie en la que el tema principal no sea el hecho de que es trans.
El 9 de septiembre estrenas en cines ‘Todos lo hacen’. ¿Qué nos puedes contar de la película?
Es una comedia coral divertidísima dirigida por Martín Cuervo y que ha supuesto mi reencuentro con Toni Acosta, a la que adoro desde que coincidimos en ‘Con el culo al aire’. Interpreto a su hijo, un guarda forestal, que llega a un hotel en el que ha ocurrido un crimen. Sería como una mezcla del misterio de Agatha Christie con el cine de Berlanga. Además, tiene un repartazo: Julián López, Macarena Gómez, Andrea Duro…
Además, tienes otro proyecto: ‘Abisal’. ¿Qué nos puedes avanzar?
Siempre me apeteció hacer algo con David Matarín, mi mejor amigo. Cuando llegué a Madrid hace doce años conocí a Josep Lobató en la radio y me dio la oportunidad de hacer mis primeras entrevistas. Nos hicimos muy amigos pero cada uno hizo su camino. En 2015 vi algo raro en sus redes, le escribí y me contestó su hermana diciéndome que le habían diagnosticado una enfermedad desmielinizante que le afectaba al habla y la escritura. Se comunicaba por emoticonos. Me apetecía ayudarle contando su historia, pero no desde el drama. Y ahí nació ‘Abisal’. Apareció el concurso Desde otro prisma, sobre diversidad funcional y sexual, organizado por Netflix y Notodofilmfest. Nos presentamos al concurso y de 250 proyectos seleccionaron tres, entre ellos el nuestro. Así que rodaremos primero el corto para luego intentar convertirlo en una serie documental ficcionada.
No hay comentarios