‘Cómo entrenar a tu dragón’: Versión extendida de un clásico inmejorable

‘Cómo entrenar a tu dragón’: Versión extendida de un clásico inmejorable

El debate sobre los remakes en acción real de clásicos animados nace y muere en sí mismo. Ninguno es realmente necesario, pero el público responde a ellos, generalmente motivado por un intenso sentimiento de nostalgia que nos lleva a querer recrear constantemente los momentos felices del pasado. Y anda que no hemos vivido de esos viendo animación. De ahí que los estudios, principalmente Disney, sigan explotando su fondo de catálogo reescribiendo sus cuentos en carne, hueso y CGI para las nuevas y no tan nuevas generaciones.

En otras palabras, lo queramos o no, los remakes se van a seguir haciendo, porque (salvo excepciones) suelen vender, especialmente si se dirigen al público que ya ronda la treintena y vivió su infancia en la primera década de los 2000. Lo estamos viendo con ‘Lilo y Stitch‘, que está arrasando en cines, y ahora, curiosamente y apenas unas semanas más tarde, le llega el turno a la adaptación de otra película animada de sus mismos creadores, Chris Sanders y Dean DeBlois, ‘Cómo entrenar a tu dragón‘.

Con ella, DreamWorks y Universal se estrenan en esto de los remakes, ya que se trata de la primera adaptación live-action de una de sus películas de animación. La trilogía original comenzó en 2010 y no terminó hace tanto (‘Cómo entrenar a tu dragón 3‘ se estrenó en 2019), así que en este caso, la memoria de la saga está más cercana y, por tanto, la sensación de que esta relecutura llega pronto es inevitable. La desconfianza, especialmente por parte de los amantes de la animación, es comprensible, pero la buena noticia es que ‘Cómo entrenar a tu dragón‘ es una adaptación estupenda. Si era inevitable que se hiciera, mejor que se hiciera bien, y así ha sido.

Recreación plano a plano, y algo más

Para hacerse cargo del remake, DreamWorks recurrió a alguien que conoce muy bien la saga, Dean DeBlois, uno de sus guionistas y directores originales. Es decir, los vikingos y dragones de Isla Mema estaban en buenas manos, con uno de sus padres y protectores. Aunque reacio al principio, DeBlois no tardó en ver en el proyecto una oportunidad para rehacer sus pasos y refinar lo que contó junto a Sanders en 2010. Pero no mucho, que conste, porque esta relectura adopta a rajatabla el lema «si no está roto, no lo arregles».

Un momento icónico entre Hipo y Desdentao
Un momento icónico entre Hipo y Desdentao (Universal Pictures)

Efectivamente, la nueva ‘Cómo entrenar a tu dragón’ es la vieja ‘Cómo entrenar a tu dragón’. Es la misma historia y tiene los mismos personajes, los mismos compases narrativos, la misma banda sonora, los mismos momentos icónicos. DeBlois lleva a cabo en muchas escenas una reconstrucción plano a plano de la original, traduciendo la animación al lenguaje del live-action mientras aumenta la escala y la ambición en un eficaz ejercicio de transposición audiovisual.

De este modo, ‘Cómo entrenar a tu dragón’, más que una reimaginación, es una versión aumentada y extendida del film original. Al contrario que en el remake de ‘Lilo y Stitch’, donde se han efectuado muchos cambios (algunos de ellos bastante polémicos), DeBlois se mantiene totalmente pegado al material de referencia, modificándolo únicamente en algunos detalles cosméticos que responden a la necesidad de un mayor realismo y mediante ampliaciones que sirven para explorar más a fondo a algunos personajes y algunos aspectos de la historia.

Los vikingos de Isla Mema
Los vikingos de Isla Mema (Universal Pictures)

En esta ‘How to Train Your Dragon Redux’ se nos cuenta más sobre los orígenes de Isla Mema y su población multiétnica, se desarrolla en mayor profundidad la relación padre-hijo entre Hipo y Estoico, se añaden escenas de entrenamiento para ilustrar mejor el proceso de estudio y evolución de los dragones, se le da mayor peso a Bocón como mentor y entrenador y, finalmente, Astrid se convierte en un personaje con mayor entidad, subrayando más fuertemente su ambición, independencia y carácter competitivo a través de una rivalidad más intensa con Hipo. En general, todo se mantiene, pero se presenta desde una perspectiva que abarca más. Con excepción quizá de los jóvenes cadetes, a los que también se intenta dotar de mayor presencia y personalidad, sin demasiado éxito, ya que no hay tiempo para ahondar mucho en ellos y se vuelven a quedar en la superficie.

Sumergirse en Isla Mema

El salto a la acción real se produce de forma orgánica, entre otras cosas, porque la película original ya buscaba el realismo visual en muchas de sus escenas, especialmente en las de acción, lo que proporciona un punto de partida ideal. DeBlois es de visión clara y aprovecha los fuertes cimientos de la saga para levantar algo mucho más grande, apoyándose en lo conocido para a continuación matizar lo necesario y adaptarse a las necesidades del medio sin dejar de rendir tributo a su predecesora animada.

Hipo y Desdentao surcan el cielo (y tú con ellos)
Hipo y Desdentao surcan el cielo (y tú con ellos) (Universal Pictures)

Si la ‘Cómo entrenar a tu dragón’ original era épica y espectacular, esta busca llevar ese factor a otro nivel, y para ello necesita hacer ajustes: primero en el tono, con un humor menos infantil y una puesta en escena lógicamente menos «cartoon»; y segundo, en la propuesta visual, que apunta alto para probar una hipótesis: si en la animación es posible cualquier cosa que puedas imaginar, hoy en día, con las herramientas adecuadas, en acción real también.

DeBlois saca partido tanto de los increíbles escenarios naturales donde se rodó la película (Islandia, Dinamarca, Irlanda) como de los mejores efectos digitales, puestos al servicio de los set pieces más impresionantes. Todo esto hace que el acabado visual sea mucho mejor que el blockbuster medio (salvo alguna escena suelta en la que la iluminación y la fotografía fallan, delatando que se ha rodado en estudio), con un CGI también por encima de la media (menos mal) y un sentido del espectáculo que no hace sino crecer a medida que avanza.

Cómo entrenar a tu gato-dragón, Desdentao
Cómo entrenar a tu gato-dragón, Desdentao (Universal Pictures)

Y hablando de CGI, hay que destacar lo bien que integrados que están los dragones en la acción real. Sus diseños se mantienen también, especialmente el de Desdentao, el más parecido a su homólogo animado (como Stitch, es demasiado perfecto como para cambiarlo), pero evidentemente, el realismo y detallismo son mayores. Inspirándose en los dinosaurios ‘Parque Jurásico‘, DeBlois y su equipo convierten a los dragones en criaturas imponentes a las que podemos tocar con la imaginación, dándoles además nuevas escenas en las que también vemos la acción desde su perspectiva.

Todo esto sirve para confeccionar una experiencia inmersiva en la que es fácil contagiarse del espíritu vikingo y entrar en primera persona, especialmente durante las adrenalínicas escenas de vuelo. A lomos de Desdentao (re)vivimos la aventura de forma aumentada con acción vertiginosa y gran énfasis en el asombro y la emoción, a lo que también contribuye enormemente la partitura oscarizada de John Powell, que se acoge a la misma ley del reciclaje. Pero la película se guarda lo mejor para el final, un tercer acto simplemente enorme que culmina en un clímax tan espectacular como emotivo.

Un clímax enorme
Un clímax enorme (Universal Pictures)

Hipo y Desdentao Forever

Los dragones de Isla Mema son sin duda la atracción principal de ‘Cómo entrenar a tu dragón’, y su salto a la acción real no podría ser más exitosa; pero si algo hace que la película original sea tan especial son las relaciones humanas que bombean la historia, y aquí no solo se mantienen, sino que se les da incluso más peso y desarrollo.

La preciosa amistad entre Hipo y Desdentao sigue siendo el centro de la película, pero también la relación entre el joven aspirante a vikingo y su padre, Estoico, interpretado por el actor que le puso voz en la saga animada, Gerard Butler A través de esa dinámica paterno-filial, el remake indaga aún más hondo en temas muy interesantes que añaden dimensiones a la historia, como la brecha generacional, la tradición, los prejuicios heredados, la presión de las expectativas o la masculinidad, para dejarnos un mensaje incluso más pertinente en 2025 que en 2010: a veces los adultos atascados en la tradición deben escuchar a los jóvenes porque los nuevos métodos pueden ser válidos y las nuevas perspectivas sobre los que consideramos diferentes pueden llevarnos hacia un mundo mejor.

Mason Thames, un gran acierto como Hipo
Mason Thames, un gran acierto como Hipo (Universal Pictures)

El reparto de ‘Cómo entrenar a tu dragón’ es una de sus mayores bazas, principalmente Butler como Estoico y Mason Thames como Hipo. El primero se deja la piel dando vida al líder vikingo y nos da una de sus mejores interpretaciones, llena de fuerza, presencia y convicción. Se nota en todo momento que no está ahí solo para cobrar el cheque, sino que le importa el personaje y sacar lo mejor de él. Y el segundo es un acierto redondo de casting en la línea de Tom Holland como Spider-Man o los chicos de ‘Heartstopper. Thames es toda una revelación. Exhibiendo un excelente rango interpretativo, capta perfectamente el espíritu del Hipo original, su lenguaje corporal, su personalidad, su voz, pero con el volumen justo para no caer en la imitación o la caricatura. Es el Hipo que conocemos, pero reinterpretado con las notas adecuadas.

Y esas notas son las mismas que DeBlois aplica al remake para hacerlo volar: respeto por el original, toda la sinceridad que puede caber en un producto así y mucho corazón. Es cierto que esta ‘Cómo entrenar a tu dragón’ no aporta nada nuevo y es demasiado prudente en su enfoque copia/pega, pero para compensarlo, intenta justificar su existencia (más allá de los motivos económicos) poniendo por delante la emoción, para darle a los fans una versión que haga justicia a la animada, sin pretender sustituirla. Que lo consiga o no depende de cada uno, pero lo que está claro es que, aunque el listón no esté muy alto, ya es mucho más de lo que otros remakes han hecho.

8

Lo mejor: Que además de ser técnicamente excelente, tiene corazón. Su grandiosidad épica. Mason Thames como Hipo, Gerard Butler como Estoico y los dragones, alucinantes. Un tercer acto apoteósico.

Lo peor: Alguna escena visualmente menos trabajada. Que no aporta nada nuevo. Varios personajes que se vuelven a quedar en la superficie.

Contenido original de eCartelera

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