Montaje cinematográfico: Qué es, historia y tipos
Cuando se trata de hacer una buena película, tener un guion competente no lo es todo. Claro, el argumento debe ser lo suficientemente sólido y propositivo para que el resultado sea sobresaliente, pero el material filmado aún debe enfrentarse a otro proceso. Durante la postproducción sucede la verdadera magia, esa que convierte días, meses y semanas de filmación en un verdadero deleite para la pantalla grande. Entrer todos los efectos visuales, música y corrección de color, hay un elemento que sobresale y da sentido al trabajo de decenas de personas: el montaje cinematográfico. A continuación, te contamos qué es, cuál es su historia, y cómo se clasifica de acuerdo a su función.
¿Qué es el montaje cinematográfico?
En términos generales, el montaje cinematográfico hace referencia al ensamblaje de las imágenes y sonidos que componen una producción. Al hablar de su realización, este puede parecer fácil, sin embargo, requiere de una gran técnica para determinar cómo seleccionar el material que llega al corte final, cuál se desecha, los tiempos que durarán las imágenes y sonidos, y también lo que se busca generar en el espectador.
¿Cuál es la función del montaje?
El montaje cinematográfico permite que una película desarrolle y exprese su propio lenguaje tal y como el realizador lo ideó. Si bien, todas las cintas se realizan bajo un lenguaje cinematográfico general (compuesto de espacio, tiempo, colores, sonidos, etc.), cada una utiliza dichos elementos a su favor. Un guion puede tener grandes mensajes, analogías y hasta despertar varias interpretaciones, pero si el montaje no se realiza de la manera correcta, esto no se identifica en lo que llega a la pantalla.
¿Alguna vez has visto una película en la que se notan los cortes entre escenas? ¿Notas cuando alguna escena “falta” en la historia y, debido a su ausencia, la historia se torna complicada o incongruente? Esos son ejemplos algunos ejemplos de mal montaje.
Historia del montaje cinematográfico
Hablar de sus inicios nos remonta al origen del cine per se. George Méliès sentó las bases de la primera etapa en ésta técnica. Durante las primeras décadas del cine, el montaje consistía en superponer escenas para lograr escenas visualmente creativas. También se trabajó por medio de una sucesión de imágenes individuales, filmadas de forma secuencial, que buscaban dar el mayor sentido posible.
Se considera que el montaje surge como la respuesta ante la petición de alargar las películas. Originalmente, éstas duraban sólo unos cuántos minutos, y no era suficiente para satisfacer la demanda del público. Thomas Alva Edison, que también filmó algunas películas, fue uno de los primeros en experimentar ese incremento en las duraciones. Se apoyó de Edwin S. Porter, quien realizó Life of an American Fireman (1903) y demostró que no se necesitaba filmar de forma secuencial. En dicha producción mezcló material filmado en locaciones, momentos y planos diferentes, algo que fue bien recibido por las audiencias.
David W. Griffith, a quien se le conoce como “Padre del cine moderno”, llevó el lenguaje cinematográfico al siguiente nivel con El nacimiento de una nación (1916) e Intolerancia (1916). Utilizó los flashbacks, propuso la variación de planos, escenas con montaje en paralelo, e incluso jugó con lo que hoy conocemos como ritmo. Todo con la intención de generar emociones en el público y ver si este respondía como se esperaba.
Fue en la década de los años 20 cuando el ruso Sergei Eisenstein revolucionó el montaje y lo convirtió en algo más que una “superposición” o “sucesión” de escenas. En términos narrativos tenía ideas claras, pero la parte visual, o los avances conocidos hasta la época, no le permitían plasmarlas como quería. Pronto comenzó a experimentar con la yuxtaposición de los planos filmados para transmitir a la audiencia su particular visión.
Él creía que el público era fundamental a la hora de crear una obra cinematográfica. Si bien, el director se encargaba de narrar una historia, era la audiencia quien le daba sentido con su respuesta e interpretación. En su ensayo, Montaje de atracciones, Eisenstein explica que debe existir una estimulación psicológica y sensorial a través de otros factores. El llamado “Padre del montaje moderno” sorprendió al mundo con El acorazado Potemkin (1925), película donde se narraron las desventuras de la tripulación de un barco, que se rebela tras ser tratada de forma inhumana.
La película sobresalió no sólo por llevar las ideas del cine soviético al máximo, sino también por presentar una de las escenas que aún se toman como referente al hablar del montaje: la famosa secuencia en ala escalera de Odessa. Suceden muchas cosas al mismo tiempo, algunas más impactantes que otras, pero Eisenstein logró su momento cumbre al mezclar más de 170 planos. Si el momento se volvió icónico, más allá de su contenido, fue por el brillante montaje utilizado. Hasta ese momento, ningún otro director había logrado una proeza similar.
Pronto, los cineastas de otras naciones comenzaron a experimentar con técnicas similares. Pero Eisenstein y otros compatriotas suyos perfeccionaron el montaje y lo llevaron no sólo a la ficción, sino también a sus proyectos más enfocados en retratar la realidad. Gracias a ese tipo de ensayos, hoy podemos disfrutar de muchas formas en que guionistas y directores comparten su visión artística y logran conmover a los cinéfilos.
¿Cuáles son los tipos de montaje?
Existen dos categorías en las que se pueden clasificar los tipos de montaje. Éstas surgen de acuerdo a la intención que se quiera lograr.
Por intención de espacio / tiempo
Toma en cuenta el tiempo diegético (el que transcurre dentro de la historia) y el espacio donde se desarrolla la misma. Se encarga de ensamblar las acciones de una película en relación con las escenas que le preceden o siguen. A su vez, se divide en:
- Montaje lineal: Toma como base el orden cronológico para narrar una sola acción en una sola línea temporal. Es el más usado en la industria cinematográfica.
- Montaje alterno / alternado: Sirve para narrar acciones que ocurren al mismo tiempo, pero en lugares diferentes. Éstas acciones suelen tener algún tipo de relación y, al final de la secuencia donde se recurre a este montaje, puede haber unión de las mismas. Ejemplo: El origen, de Christopher Nolan. Dom Cobb “sueña” en un lugar, pero su cuerpo está en otro. Ambas situaciones suceden de forma simultánea.
- Montaje invertido: No se acopla a una secuencia cronológica, sino que presenta alteraciones en la línea temporal de los hechos. A veces puede ir hacia atrás (flashbacks) o hacia adelante (flashforward). Las escenas son independientes entre sí. Un ejemplo es Una aventura extraordinaria (Life of Pi). La película da continuos saltos temporales mientras el protagonista, en el presente, narra sus aventuras del pasado.
- Montaje paralelo: Las escenas ocurren en tiempos diferentes y pueden funcionar de forma independiente, pero se muestran al mismo tiempo para crear una asociación de ideas. Ésta puede ser por tiempo, espacio o contenido temático. Ejemplo: Octubre, de Sergei Eisenstein. La cinta presenta a varios oficiales del ejército con gran porte mientras se saludan y, presumiblemente, comparten experiencias. Al mismo tiempo, se muestran escenas de un pavo real extendiendo su plumaje. De forma individual, ambos momentos se entienden, pero al mezclarlos, se entiende que se trata de un asunto de vanidad y demostrar su poder.
Por intención narrativa
Se adecua a la forma en que se quiere contar la historia y toma en cuenta la posible reacción de los espectadores, A su vez, se divide en:
- Montaje narrativo / clásico: Cuenta las acciones de forma cronológica o mezcla algunos saltos temporales tanto al pasado como al futuro. Es sencillo, con planos poco llamativos e incluso se puede ayudar de los montajes invertidos y paralelos. Su intención es que la historia se entienda.
- Montaje ideológico: Apela a lo intelectual. Crea emociones por medio de los significados que se atribuyen a sus escenas y la relación que puedan tener (o no) con los demás planos. Hay una gran subjetividad que se relaciona con el imaginario de cada espectador. Ejemplo: ¡Madre!, de Darren Aronofsky. El tercer acto presenta un completo caos en la casa de los personajes interpretados por Javier Bardem y Jennifer Lawrence. La sucesión de escenas, y el controvertido momento con un bebé, han generado diversas interpretaciones.
- Montaje expresivo: Sirve para marcar el ritmo de la acción. Si hay momentos de acción, el montaje es más rápido, pero si se intenta construir tensión, entonces será más lento. Ejemplo: La ya mencionada escalera en El acorazado Potemkin. Mientras el carrito con el bebé cae lentamente, podemos ver otras reacciones y planos. Todo sucede de forma frenética.
- Montaje poético: Enfocado en la belleza estética para causar en el espectador las reacciones buscadas desde un inicio. Los planos no siempre se presentan de forma cronológica. Ejemplo: La forma del agua. Aunque sabemos que la protagonista está enamorada de un monstruo, hay momentos donde su relación se muestra de forma “hermosa”, como el baile de los personajes en blanco y negro.
- Montaje creativo: No toma en cuenta una cronología, pero ordena los planos de acuerdo a una idea o lógica del guion. Se mezclan imágenes y banda sonora tomando como base la imaginación del director. Puede tener un ritmo extremo y planos inusuales. Ejemplo: Vecinos, de 1952. Emplea un montaje en el que se utiliza la técnica del stop-motion, pero con personas de carne y hueso.
Los montajes de Eisenstein
Dentro de su ya mencionado Montaje de atracciones, Sergei Eisenstein propuso cinco tipos de montaje cinematográfico que se volvieron un referente para la época.
- Montaje métrico: Toma como base la duración de los planos, escenas o secuencias. La velocidad de los cortes contribuye al ritmo de la película. En Psicosis, por ejemplo, la gran cantidad de cortes en la escena de la ducha permite generar más tensión.
- Montaje rítmico: La estructura de la secuencia depende de su contenido. Si lo que sucede tiene una duración corta, los planos también serán cortos y viceversa.
- Montaje tonal: Además de tomar en cuenta el tiempo de los cortes, se basa en la parte emocional. Las imágenes aumentan o reducen la tensión de acuerdo a su uso.
- Montaje sobretonal: Es una mezcla de los tres montajes anteriores. Permite que el resultado en pantalla tenga más de un significado. Combina ritmo, ideas y emociones.
- Montaje intelectual: También se le conoce como simbólico y requiere de los estímulos presentes en cada persona. Lo que se muestra en pantalla genera una percepción única, y ésta depende de lo que cada quien entiende o interpreta.
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