She-Hulk: cómo reírse del mundo moderno – Crítica del Episodio 4
Con cada nueva entrega nos queda claro que Jennifer Walters conoce perfectamente a su público. Le grita a la cara, se burla de él y con él, y mantiene viva una divertida conversación sobre lo que significa ser un ciudadano de cualquier lugar. Con su episodio 4 She-Hulk demuestra que la intención principal de la serie es mantenerse aterrizada en el mismo suelo que su público. Congeniar con esas personas que no tienen poderes, pero que observan de lejos y con admiración a quienes sí.
Desde luego existe un discurso feminista, que a decir verdad, es uno que simplemente comenta el mundo en el que vivimos. A lo largo de cuatro episodios hemos aprendido que Jennifer Walters intenta (y consigue) por todos los medios mantenerse como una persona normal. Por ello la serie aprovecha mejor su situación no como superhéroe, sino como abogada.
Al inicio se nos prometió que este programa sería una comedia sobre abogados y hasta el momento le ha hecho honor a esa promesa. Desde luego estamos dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, por lo que nada será tal cual como lo esperamos. Las demandas, los dimes y diretes en la corte y las compensaciones son fantásticas y tienen que ver con hechiceros, magia prohibida y demonios.
El episodio 4 de She-Hulk trae de vuelta a Wong (Benedict Wong) ahora como un cliente de Walters. El Hechicero Supremo busca demandar a un antiguo aprendiz que aprovecha los poderes del sling ring para abrir portales y así impresionar a su público en sus shows de mago fracasado. Antes de que este irresponsable sujeto distorsione la realidad, Wong le pone una demanda para que se le prohíba realizar más actos de magia.
Así la cultura del espectáculo sale a relucir como la crítica de este episodio. Un espectáculo que se extiende también a las apariencias de redes sociales. Aquí nuestra heroína intenta ligar a través de una aplicación de citas. Pero descubre que no tiene el interés suficiente de los pretendientes, a menos que se anuncie como la famosa She-Hulk. Un golpe bajo para Walters, dice ella.
La narrativa anterior de una mujer en sus treintas queriendo encontrar una pareja, o tan sólo acostarse con alguien, es algo característico de su personaje en los cómics. Pero también lo es de los personajes arquetipos de las series de comedia. She-Hulk crea humor y genera su trama a partir de situaciones muy cotidianas.
La serie ha sabido mantener muy bien ese estilo de serie de comedia pequeña con cada episodio. Resulta curioso cómo trata desesperadamente de ocultar su presupuesto con una puesta en escena no tan vistosa y repetitiva. Tal cual como lo hicieran ese tipo de sitcoms con un presupuesto limitado y apenas un puñado de sets.
Cuando se analiza lo anterior, incluso se podría pensar que sus efectos visuales no tan conseguidos son una elección. El programa creado por Jessica Gao no intenta, ni quiere, ser un audiovisual espectacular que esté a la altura de la acción o los visuales de Doctor Strange. Por el contrario, es ese tipo de programa divertido que acompaña a su público en el viaje de reírse de si mismos al final de la semana para tener un respiro del mundo real.
Los fanáticos de Marvel harían bien en entender que esta serie no será como las anteriores de la casa. Aquí no habrá un desarrollo de personaje tan evidente. Tampoco un conflicto global de toda la temporada, ni grandes escenas de acción. A pesar de que pertenece al MCU tampoco parece que vaya incidir en él con relevancia para generar grandes cambios, y eso está bien.
Hasta el momento ese humor autoconsciente que se burla del espectador y de la absurdez de lo que cuenta, es un giro bastante bienvenido para una franquicia que lleva más de diez años funcionando bajo un molde. Existe un diálogo muy divertido en donde se dice que la aparición de un personaje en el episodio quizá sea como un escudo de una semana para todas las críticas de Twitter.
Jessica Gao conoce a la perfección al público a quien le está cantando y tiene la esperanza de verlo de vuelta el siguiente jueves. Se siente fresco simplemente pasarlo bien y lejos del cúmulo de teorías y competencias por ver quién sabe menos o más de los cómics.
A She-Hulk todavía le sobran cinco episodios y los esperamos gustosos todos los jueves en Disney Plus.
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