Las reacciones a las palabras incendiarias de Donald Trump sobre imponer un arancel del 100% a las películas producidas en el extranjero no han tardado en llegar. Apenas unas horas después de la publicación del magnate republicano hubo una caída generalizada en La Bolsa del sector del entretenimiento: Lionsgate Studios cayó un 4,1%, Warner Bros. Discovery un 2%, Netflix un 1,9% y Paramount un 1,6%.

Una idea que parece catastrófica para los profesionales de la industria que Deadline ha entrevistado. Como indica la profesora de la Universitart Oberta de Catalunya (UOC), Eleina Nerira para El Diario, «es un tiro en el pie«. La experta pone como ejemplos las últimas películas de ‘Misión Imposible‘ y ‘Avatar‘, grabadas ambas en el extranjero: «Si por ello las consideras extranjeras y les haces pagar un arancel del 100% va a duplicar su coste. ¿Cómo lo piensa hacer? ¿Doblando luego el precio de sus entradas?«. Otras grandes producciones que se verían afectadas serían, por ejemplo, ‘Los 4 Fantásticos: Primeros pasos‘, que grabaron escenas en Inglaterra y España.

«Si algo hemos aprendido en los primeros 100 días de mandato es que lo que dice hoy puede no ser lo mismo que diga mañana», comenta el productor neozelandés John Barnett Y no le faltaba razón. Poco más de 24 horas es lo que ha tardado Kush Desai, portavoz de La Casa Blanca, en aparecer para cambiar el discurso e intentar calmar los ánimos: «No se ha tomado ninguna decisión final sobre los aranceles a las películas extranjeras. Se están estudiando las distintas opciones para cumplir las directrices del presidente Trump de salvaguardar la seguridad nacional y económica y volver a hacer a Hollywood grande otra vez«.

Un mensaje que ha dejado rápidamente obsoleto el comunicado y directrices del magnate, donde autorizaba al Representante Comercial de Estados Unidos y al Departamento de Comercio a iniciar medidas para imponer el arancel cuando lo considerasen oportuno al considerar a las producciones extranjeras «una amenaza para la seguridad nacional«.

Una publicación que sembró mucha incertidumbre por su escueto desarrollo, algo bastante propio del presidente. Unas dudas que lejos de ser aclaradas han sido disipadas con la evasiva a esta medida, asegurándose ahora desde La Casa Blanca que no es una medida cerrada y que están estudiando distintas maneras de afrontar el problema.

Desde hace años, las producciones lejos del país norteamericano se han visto incrementadas a la vez que el número de desempleados del sector en California ha crecido. Muchos señalan que esta deriva viene provocada por los incentivos y ventajas fiscales que otros países como son Reino Unido, Canadá o España ofrecen. Es por eso que el gobernador de de California, Gavin Newson, ha planteado la idea de crear un incentivo fiscal junto al gobierno de Washington DC de unos 7.500 millones de dólares para ayudar a la industria cinematográfica.

«Estados Unidos sigue siendo una potencia cinematográfica y California sigue totalmente comprometida con la producción», ha declarado el gobernador del estado a Variety. «Estamos ansiosos por colaborar con Trump para fortalecer la producción nacional y conseguir que el cine de Estados Unidos vuelva a ser grande», agregaba.

Una medida que puede que no llegue a nada dadas las relaciones que tienen ambos mandatarios. Fue el propio presidente republicano el que criticó al gobernador demócrata de California por su «extrema incompetencia» y permitir la deriva negativa en la industria cinematográfica: «Nuestro cine ha sido herido por otros países y también por la incompetencia. Como en Los Ángeles, donde el gobernador es un incompetente que ha permitido esto en Hollywood», sentenció el presidente.

No es el primer intento de Newton en incrementar ayudas para la industria. Ya en el pasado octubre se comprometió a aumentar el incentivo cinematográfico del estado de California, pasando de 330 millones de dólares a 750. Una medida que se está tramitando en la Legislatura estatal.

Adam Schiff, senador californiano, también comunicó que se está trabajando en una nueva legislación con la que crear un incentivo federal para el cine y expresó su interés en colaborar con los republicanos en este asunto. Los sindicatos de Hollywood también verían con buenos ojos un crédito fiscal a nivel nacional para competir con otros países.

«¡Queremos cine hechos en Estados Unidos, otra vez!», sentenciaba el presidente en su comunicado. Pero estos aranceles de los que hablaba en el mismo se toparían con problemas legales y prácticos de manera inmediata. La ley en la que sustentó los impuestos anteriores, la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional no puede utilizarse para impedir la circulación de «material informativo», apartado en el que están incluidas las películas.

El blanco de todas las críticas y risas

La curiosa estrategia que propone Donald Trump para salvar la industria cinematográfica ha sido uno de los temas de conversación desde que publicó el comunicado. El humorista Jimmy Kimmel ironizó en su programa de televisión señalando que «ahora está apuntado hacia Hollywood con una bola de demolición«.

«Me da igual dónde se hagan, de verdad. ¿Sabes qué? Es lo que Hannibal Lecter habría querido… Sonic, el inmigrante ilegal, es una amenaza para la seguridad nacional y hay que deternerlo», expresaba el cómico neoyorkino desde su late night. «Sacó la idea de los aranceles del padre de Angelina Jolie, un hombre de 86 años con el que ni siquiera ella habla. Qué gran idea. El año que viene ‘The White Lotus‘ se ambientará en un Hampton Inn», remataba.

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