Manolo Solo y Avelina Prat (‘Una quinta portuguesa’): «El buen cine te pone en contacto con tus fantasmas»

El cine español es un paraje maravilloso en el que sumergirnos con historias que expresan nuestras dobleces, las más personales y culturales, como bien demuestra una de las primeras grandes películas españolas del año, ‘Una quinta portuguesa‘.
El cariño puesto por su directora, Avelina Prat, se respira en cada plano, y Manolo Solo recoge la semilla de Prat para hacer de su personaje un lienzo sobre el que plasmar todo el dolor y los fantasmas de una historia que habla sobre cerrar heridas y encontrar personas sobre las que establecer un verdadero hogar.
«No puedes hacer como que el pasado no existe, tienes que resolver tus historias», Avelina Prat nos habla de este proceso circular en el cual, para seguir adelante, hay que hacer rete a los fantasmas del pasado y al dolor que acarrean. En ese sentido, para Manolo Solo el séptimo arte juega un papel fundamental: «El buen cine te pone en contacto con tus fantasmas (…), te remueve cosas que no sabías que tenías dentro».

La construcción de las relaciones entre los personajes no es tarea fácil, y detrás de todo hay una gran idea de la directora sobre el respeto a sus personajes a través de la distancia de su puesta en escena: «La planificación está planteada precisamente así, dejando esa distancia a los personajes porque es la distancia que se dejan ellos mismos«. Estas distancias permiten que se ganen en protagonismo los pequeños gestos, una mirada puede atesorar todo el valor: «Le damos la misma importancia a las miradas, a las pausas y a los silencios que a los diálogos«. Aún así, el contarse historias al refugio de un vino y un par de sillas, también es fundamental:
«Una parte fundamental de la comunicación entre las personas es contarse historias, por eso vamos tanto al cine, leemos libros… Esta tradición oral de contarse las historias directamente tiene una posibilidad de acercamiento y conexión entre las personas«.

Como actor, la clave para Manolo Solo es «llenar la mirada de pensamiento«. Solo también alaba el trabajo de la directora y aprovecha para destacar la importancia del montaje en una película: «mis personajes casi siempre han salido ganando con un buen montaje«. Entre risas, el actor comentaba que ejerció de experto en póker, en una de las escenas clave de la película, aunque sus labores como jardinero no le venían de antes: «Los expertísimos en jardinería me darán por todos lados«, dice bromeando el actor, «lo hice lo mejor que puede».
Sobre la preciosa idea de hogar que se ejecuta a lo largo de la película, la directora nos deja una frase que avanza también el desarrollo y mensaje de la película: «Lo que tengo claro es que lo asocio mucho más a las personas cercanas que me rodean que a un lugar geográfico».

‘Una quinta portuguesa’ aborda temas que nunca perecen, como la identidad, el hogar y la familia; pero los aleja con el suficiente respeto y honestidad de su significado original como para abordarlos desde otra mirilla, una que parte de los fantasmas para curar heridas y mirar al futuro con esperanza.
‘Una quinta portuguesa’ se estrena en cines el 9 de mayo.
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