Miguel Herrán (‘Valle de sombras’) aborda el rodaje a 6.000 metros de altura y a temperaturas bajo cero
Salvador Calvo, director de ‘Adú‘ y ‘1898. Los últimos de Filipinas‘, se caracteriza por rodar en localizaciones lo más reales y fieles posibles al lugar donde transcurren sus historias. ‘Valle de sombras‘, el nuevo largometraje del cineasta, no es la excepción, pues Calvo llevó a su equipo hasta el mismísimo Himalaya, cordillera en la que se desarrolla su película de crimen y supervivencia. Así pues, desde eCartelera no queríamos dejar pasar la oportunidad de preguntarle en una entrevista a él y a los intérpretes sobre su experiencia rodando a 6.000 metros de altura y a temperaturas bajo cero.
Entre varios sustos del estilo que han tenido durante el rodaje, el director de ‘Valle de sombras’ recuerda la ocasión en la que tuvieron que refugiarse de una avalancha: “Estábamos rodando al lado del río. Había un acantilado a un lado y al otro lado estaba el río, no teníamos escapatoria, por así decirlo. De repente, vimos a parte del equipo indio haciendo señales y no entendíamos nada, pero alguien tuvo la lucidez de hablarnos en inglés y decirnos que estaba pasando justo por arriba una manada de carneros azules y eso estaba provocando una avalancha de piedras que nos caía encima. Tuvimos todos que meternos en las fisuras del acantilado para que una piedra de esas no nos volara la cabeza”.
A pesar de este tipo de imprevistos, el equipo asegura que, aunque “duro”, ha sido un rodaje “bonito” y con tiempo para pasarlo bien. O, por lo menos, Susana Abaitua (‘Patria‘, ‘Los Farad‘), que ha “disfrutado cosas que, mientras estos pobres sufrían, yo flipaba”. No está sola, pues añade que quien también disfrutó a lo grande fue el protagonista, Miguel Herrán (‘La casa de papel‘, ‘Modelo 77‘), que sacó su vena exploradora: “Cuando no está rodando está investigando, escalando, está metido por ahí…”. Calvo cuenta que le pidió permiso para escalar semejante roca que le respondió, entre risas: “‘Te vas a matar, yo no me responsabilizo’. Al final pudo un poco la cordura y no lo hizo, pero se llevó siete garrapatas…”.
Más molesto que aquellas garrapatas fue, “contra todo pronóstico” según Herrán , el calor que pasó al grabar en Canarias escenas que simulaban estar en la Cordillera del Himalaya: “La ropa de mi personaje está diseñada para soportar temperaturas de veinte grados bajo cero y ahí rodamos a 15 grados metidos en una cueva con una estufa. Yo recuerdo ese día como una patada en la cara. Los dos personajes delante de una estufa, fingiendo frío cuando me caían a mí unas gotas de sudor del copón, asado, rojo, queriendo morirme, comiendo una sopa caliente y con el abrigo”. Todo lo contario a rodar en la montaña: “Yo me encontré como pez en el agua, subía arriba, abajo, tiraba para un lado, al otro, fumaba a 5000 y pico metros… No noté en ningún momento la altitud”.
Por su parte, Alexandra Masangkay (‘1898. Los últimos de Filipinas‘, ‘El Hoyo‘) explica que el rodaje a grandes alturas no le ha sido fácil, pero que ha merecido completamente la pena: “Por el asma me afecta, entonces me costó un poco adaptarme a estar ahogada constantemente, pero también tengo que decirte que las localizaciones eran una locura. Yo me hago esos 4000, 5000 y 6000 metros que hagan falta porque, de verdad, me parecía un lujo estar ahí. De hecho, me lo estaba diciendo Miguel antes, probablemente sea la única que mujer que haya entrado al monasterio de la película, porque al final son monasterios de hombres. Ha sido todo un privilegio”.
‘Valle de sombras’ ya está disponible en cines.
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