‘Normal People’ – Gente normal

‘Normal People’ – Gente normal

Imagen destacada

Por su cartel ‘Normal People’ parece el típico melodrama adolescente, que diría un “carca” como un servidor. Si me apuras, el típico melodrama adolescente con acento inglés cortado por un determinado patrón… o un algoritmo pasapurés, que también. Parece, y en gran medida lo es si bien, sin dejar de ser lo que por naturaleza, vocación y propia voluntad le corresponde ser, a su vez, también es un dechado a ambos lados de la (pequeña o gran) pantalla de que las etiquetas impuestas, o autoimpuestas no tienen por qué suponer una prisión para un relato cualquiera.

Dentro de su no tan pequeño universo irlandés ‘Normal People’, basada en una novela de Sally Rooney -también guionista de la serie- que en España conocemos como ‘Gente normal’ (…), se siente como debería sentirse todo adolescente antes de que la realidad comience a golpearle: Libre, orgullosa, decidida y sobre todo, viva. El “típico melodrama adolescente” que una vez levanta el vuelo se desprende de la primera y tercera palabra para centrarse en la segunda, el melodrama. En esa realidad empeñada en golpear. Tan típica y adolescente, tan universal como atemporal.

Todos sentimos, o lamentamos nuestros errores. Todos somos o nos hemos sentido jóvenes. Libres, orgullosos, decididos. Vivos. Todos en cierto sentido y dejando la política a un lado, hemos pasado o pasaremos por algo parecido. Nacer, crecer, morir. La vida viene a ser sota, caballo y bufón (o Rey). Es fácil sentirse atraído por ‘Normal People’, pero no porque su historia pueda ser la nuestra. Es fácil porque se hace querer a través de las armas más convincentes de las que un melodrama puede hacer gala: Cotidianidad, cercanía, modestia, honestidad, decoro.

Uno se siente atraído porque, a diferencia de lo que ocurre con otros melodramas surgidos de Las Islas como ‘Poldark’, ‘Normal People’ se desarrolla en un mundo y en un plano de existencia como el nuestro. Real, y al alcance de la empatía y no solo del deleite masoca. A lo largo de doce episodios de unos 25/30 minutos de duración, ideales para devorar compulsivamente como una bolsa de pipas. El “típico melodrama adolescente” que desafía tanto a devotos como conversos, por cuanto continuamente reformula con energía y determinación su propio vértice emocional.

O cuando el alumno se comporta como el maestro y se convierte, automáticamente, en un referente. ‘Normal People’ se ajusta a un modelo que lo impulsa en vez de limitarlo y se sitúa en ese punto intermedio donde la gallardía inmadura se encuentra con la compostura versada. Donde a los sentimientos se les envuelve de una sensibilidad ante la que es complicado oponer resistencia. Complicado, por nuestro propio bien. ‘Normal People’ tarda tan sólo un capítulo en levantar el vuelo y revelarse como “ese pedazo de la vida de alguien” que decía Lenny Nero en ‘Días extraños’.

O algo que se le pueda parecer. Algo que ante nuestros ojos y corazones se pueda comportar como tal. Ante todo y más allá de etiquetas impuestas, o autoimpuestas, y de connotaciones vitales en función de la edad, creencia o ideología, ‘Normal People’ es un exquisito y elegante pero a la vez humilde y cercano relato de amor y desamor capaz de sumarnos a su causa. Una causa capaz de acompañarnos durante el sueño de una o más noches de verano. De convertir a ese impasible yonqui consumidor de ficciones en una persona de carne y hueso al que si le pinchan, sangra.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

Original del portal El Septimo Arte

0
‘El chico y la garza’ de Hayao Miyazaki hace historia en el número 1 de… James Wan ha tenido suficientes superhéroes y siente que “el terror está llamando” otra vez

No hay comentarios

Aún no hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *