She Hulk: defensora de héroes – Crítica del Episodio 1
Previo al estreno de la serie, fueron muchas las voces que dudaron de lo necesaria que era la existencia de este programa. Algunos comentarios eran misoginia disfrazada y otros tantos simplemente no confiaron en que el personaje tuviera lo suficiente para obtener su propia producción. Ahora que el episodio 1 llegó a las pantallas de Disney Plus, resulta evidente que She Hulk: defensora de héroes, es sin duda una de las aportaciones más interesantes y divertidas del MCU.
Sin perder mucho tiempo en presentaciones, el personaje rompe la cuarta pared para introducirnos en una breve y dinámica historia origen. Lo anterior no es una trampa de guion. Ni tampoco ‘escritura floja’ como suele decir la crítica. De hecho esta serie toma como pretexto lo inusual del nacimiento real del personaje en los cómics, para construir con desenfado y soltura las bases de un show que sus creadores han definido como ‘uno de abogados’.
Cuando la primera adaptación live action de Hulk dominó los ratings televisivos a finales de los setenta, Stan Lee temió que algún guionista externo a Marvel les ganara la idea de feminizar al personaje. «Necesitamos un personaje llamado She Hulk y publicarlo en los siguientes 30 segundos», ordenó Lee a su equipo. Y así fue como en 1979 la primera impresión comiquera del personaje llegó a los puestos de revistas.
La narrativa de las historietas sugirió la existencia de una prima de Bruce Banner que, casualmente, jamás había sido mencionada. De igual forma, el personaje obtuvo sus poderes en cuestión de algunas páginas. Bruce tuvo que salvarle la vida usando su sangre, después de un desafortunado altercado con un grupo de mafiosos. Ese tipo de resolución pronta y quizás absurda, labró el camino para que la nueva superheroína danzara a través de la comedia y el disparate.
She Hulk: defensora de héroes hace honor a aquella premisa en su episodio 1, tanto en tono como en historia. En los 35 minutos que conforman la presentación de esta serie, se cuenta el origen del personaje de una forma ágil, resumida y muy divertida. Aquí Jennifer Walters (Tatiana Maslany) es una reconocida abogada que viaja en carretera con su primo Bruce (Mark Ruffalo), cuando de pronto una nave se atraviesa en su camino. Al volcar su vehículo, las heridas causadas por el accidente conllevan a la combinación de sus sangres. En cuestión de instantes Walters se convierte en una Hulk.
Lejos de perder el tiempo explorando el conflicto emocional del personaje, la serie hace algo todavía más audaz. El guion de Jessica Gao explora el ‘mansplaining’ de una forma divertida e inédita. Y la incómoda víctima de ello es Bruce Banner; un hombre que cree necesario adoctrinar a Jennifer a través de lo que significa ser un ente transformado en verde. Su prima le da la vuelta y le demuestra que es un ser superior en muchos aspectos. Su principal superpoder es el de ser una mujer en un mundo dominado por hombres.
Habrá muchos espectadores (sobre todo masculinos) que resientan el tipo de comentarios que Gao y su equipo ponen sobre la mesa. Pero la realidad es que She Hulk: defensora de héroes, realiza a cada tanto anotaciones importantes y lo hace de forma sutil. La serie exuda un poderío femenino notable que se percibe como necesario y francamente refrescante. No son una coincidencia las personalidades femeninas detrás de la producción. Desde la creadora Jessica Gao; las directoras Kat Coiro y Anu Valia; la protagonista Tatiana Maslany; e incluso la compositora Amie Doherty.
A pesar de lo que muchos testarudos puedan decir, Marvel demuestra que no teme poner a las mujeres al frente y como eje principal en una de sus producciones. Más que cubrir una cuota -como algunos dirán-, la serie se percibe como un discurso adecuado para nuestros tiempos. Una narrativa no forzosa, pero sí bastante fresca sobre lo que significa ser una mujer (héroe) en un mundo de hombres. Para Jennifer lo más importante no es salvar al mundo y convertirse en una superheroína. Sino volver al mundo real para demostrar su valía como una profesionista.
En algún momento, el show incluso sostiene que para una mujer no existe mejor alidada que otra. Cuando Walters se encuentra desaliñada en el baño de un bar, es un grupo de mujeres quienes acuden en su auxilio para ofrecerle desde seguridad, vestimenta, comunicación o hasta maquillaje. Si bien a lo largo de sus episodios la serie contendrá bastante de estos elementos, sin embargo, su principal cualidad es su forma de discurso.
Y es que She Hulk: defensora de héroes es probablemente la comedia más divertida que tiene Marvel a la fecha. Alejada del pastelazo saturante de James Gunn; o de la comedia absurda de Taika Waititi; la serie dirigida por Coiro en cambio retoma aquella inteligencia humorística de las mejores sitcoms de la televisión. En medio de todo ello, además se define a sí misma como una de tribunales, cortes y abogados. Y la protagonista hace bien en recordarlo -cuando rompe la cuarta pared- desde el primer momento.
Otra de las más grandes cualidades que tiene este programa es la presencia de Tatiana Maslany. La actriz inyecta de seguridad y dominio una serie que requiere aquello de su personaje. Pero además se mueve con pies ligeros en el ámbito humorístico, sin necesidad de ser partícipe de comedia física, juegos de palabras, o situaciones absurdas. El guion de Gao es comedia inteligente, pura y sutil. Una característica que se siente como inédita en el mundo audiovisual de Marvel al que estamos acostumbrados.
A final de cuentas, la bienvenida de She Hulk al Universo Cinematográfico de Marvel, podría definirse como un éxito. Especialmente porque su primer episodio en realidad contó muy poco de lo que veremos en posteriores entregas, y quizás ni siquiera presentó el conflicto narrativo de la temporada, pero sí se sintió como algo bastante gratificante.
El resto de los episodios llegarán los días jueves a través de Disney Plus.
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