‘Pobres criaturas’: Emma Stone se lanza sin paracaídas en la excéntrica comedia sexual de Yorgos Lanthimos

‘Pobres criaturas’: Emma Stone se lanza sin paracaídas en la excéntrica comedia sexual de Yorgos Lanthimos

Cualquiera que conozca el cine de Yorgos Lanthimos sabrá perfectamente que adentrarse en una de sus películas es como atravesar una puerta oscura sin saber lo que vamos a encontrar al otro lado. Desde que el inclasificable rompecabezas de ‘Canino‘ lo puso en el mapa, el cineasta griego no ha dejado de crecer, dando el salto a Hollywood sin perder ni un ápice de su voz e idiosincrasia.

Con sus películas en inglés, ‘Langosta‘, ‘El sacrificio de un ciervo sagrado‘ y ‘La favorita‘, Lanthimos ha creado un curioso microcosmos en el que grandes estrellas de Hollywood se han puesto en sus manos sin condiciones. Todas sus películas son inconfundiblemente suyas, pero ninguna es como la anterior. Y así hasta llegar a la que es probablemente su obra más ambiciosa hasta la fecha, ‘Pobres criaturas.

Emma Stone como Bella Baxter

Repitiendo con él tras su excelente papel secundario en ‘La favorita’, que le valió su tercera nominación al Oscar, Emma Stone vuelve a poner su talento al servicio de Lanthimos, esta vez en un vehículo hecho para su absoluto lucimiento como protagonista. Basada en el libro de Alasdair Gray, ‘Pobres criaturas’ es una suerte de ‘Frankenstein’ femenina en la que Stone da vida (nunca mejor dicho) a una mujer resucitada por un científico loco con el cerebro de su bebé recién nacido, que se embarca en una aventura mientras crece y se descubre a sí misma y el mundo.

Escrita por Tony McNamara, que ya se encargó de ‘La favorita’ y participó en el guion de ‘Cruella‘, también con Stone, ‘Pobres criaturas’ toma forma como una comedia cien por cien Lanthimos, extraña, impredecible y con ese humor desafectado y desconcertante que lo emparenta (salvando mucho las diferencias) con Wes Anderson. Solo que en esta ocasión, todo va un paso más allá para construir la que es su película más loca. Que ya es decir.

Emma Stone y Mark Ruffalo

‘Pobres criaturas’ es una fábula satírica de ciencia ficción retrofuturista sobre la liberación femenina, contada a través de los ojos más grandes y expresivos de Hollywood. Stone se deja la piel en Bella Baxter para vivir una odisea de dentro para afuera, con la que se explora el deseo sexual femenino y la emancipación en un marco de reflexión política y humanista. Discursivamente, Lanthimos y McNamara apuntan alto (capitalismo, violencia, masculinidad tóxica, autonomía, identidad), pero al final, todo se reduce a una cosa: la interpretación de Stone.

Ella es la atracción principal de este delirante y perverso teatro de erotismo, en el que la actriz realiza la que es sin duda la interpretación más osada y desinhibida de su carrera. Como Barbie (y ojo, porque esta película es como un reverso adulto y oscuro del fenómeno de Greta Gerwig), ella lo es todo. Y lo demuestra en cada escena. Aunque al principio su interpretación pueda chocar por su histrionismo, a medida que Bella crece, descubre su cuerpo y bucea en la existencia -sus placeres y su belleza, pero también el sufrimiento, la injusticia, el cinismo, ¡los hombres!-, el trabajo de Stone va ganando capas y capas, transformándose en una hermosa y aberrante sinfonía de matices. Impresionante.

Emma Stone

Lo más sorprendente de ‘Pobres criaturas’ es su tratamiento del sexo. Aunque los adelantos promocionales lo disimularon comprensiblemente, la película es, con todas las letras, una comedia sexual. Hay muchas, pero muchas, escenas explícitas que ponen a Stone, completamente desnuda, en mil y una situaciones (y posturas) incómodas, donde la actriz se tiene que valer de cada milímetro de su cuerpo para interpretar a Bella. La idea es mostrar al personaje explorando la sexualidad sin prejuicios, pero en ocasiones, el enfoque de Lanthimos puede resultar contradictorio con su mensaje feminista, lo que puede provocar (y ya ha provocado) el debate, con razón.

Y hemos hablado mucho de Stone, porque ella es la película, pero no podemos olvidar al resto del reparto. Willem Dafoe es un mad doctor perfecto y resulta divertidísimo hablando de forma tan estoica sobre las perrerías/experimentos a los que lo sometía su propio padre (Lanthimos convierte la crueldad en comedia como nadie). Mark Ruffalo se lo pasa en grande interpretando a un cretino, sobre todo cuando tiene que dar rienda suelta a su lado más infantil. Y Ramy Youssef aporta calma, cordura y bondad con Max, la voz de la razón en una casa de locos; como Jerrod Carmichael, otro puntal de sensatez que plantea reflexiones bastante interesantes.

Willem Dafoe

Solo sobra el personaje de Christopher Abbott. Aunque no es su culpa, sino del guion, que lo introduce demasiado tarde en la trama para facilitar un final algo efectista y acaba lastrando el ritmo, haciendo que la película decaiga considerablemente en su tercer acto.

A pesar de los altibajos, ‘Pobres criaturas’ tiene un innegable poder para fascinar e hipnotizar de principio a fin, no solo mediante su historia y su protagonistas, sino también, y sobre todo, con sus poderosas imágenes, un cuadro en movimiento detrás de otro. Lanthimos construye aquí su película más visual (y sonora), una fantasía gótica preciosista con toques steampunk y clara influencia del expresionismo alemán que brilla en todos sus departamentos artísticos.

Desde su ostentoso diseño de producción y vestuario hasta su envolvente fotografía, pasando por la disonante banda sonora de Jerskin Fendrix, que subraya el desquicio y la rareza de la propuesta, la película -y Lanthimos con su uso continuo del ojo de pez y su acertado uso del blanco y negro y el color- nos invita a sumergirnos con Bella en un mundo onírico de belleza deformada y surrealismo barroco.

Aunque no es tan redonda como ‘La favorita’, ‘Pobres criaturas’ es la enésima muestra del talento de un director que, en otras circunstancias, ya habría sido limitado por su propia visión, y que, sin embargo, ha sabido evolucionar más allá de sus sorprendentes inicios. A priori, sus experimentos cinematográficos no son para todo el mundo, pero de alguna manera, ha conseguido hacerlos mainstream. Como el mejor de los científicos locos.

8

Lo mejor: La interpretación sin miedo de Emma Stone, sublime. El vestuario, la música, el diseño de producción: visual y estéticamente es una absoluta locura

Lo peor: Le cuesta arrancar y decae al final. El personaje de Christopher Abbott.

Contenido original de eCartelera

0
‘Un mal día lo tiene cualquiera’: Todo se puede derrumbar en una noche El duro (Road House) – Trailer, estreno y todo sobre el remake con Jake Gyllenhaal

No hay comentarios

Aún no hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *