Bueno, esto, la intención es lo que cuenta. ¿No? Vale, tratemos de ver el vaso medio lleno, aunque suponga un ejercicio de contorsionismo en toda regla. No, ‘Los Dalton contra Lucky Luke‘ no salió bien. Nada bien. De hecho, salió bastante mal. Rematadamente mal. Pero, oye, sus intenciones eran honestas y su objetivo claro: convertir el dibujo en carne y hueso. Algo es algo.

Dirigida por Philippe Haim y protagonizada por Til Schweiger, esta adaptación a la gran pantalla del célebre y maravilloso personaje creado por el dibujante belga Morris es un descalabro mayúsculo por su caos narrativo, su nulo hilo argumental y, en el caso de nuestro país, un doblaje insalvable. ¿Qué nos queda entonces? Pues su libertad y descaro, su manera de hacer lo que le da la gana con el convencimiento de estar transformando cada plano en una viñeta.

Su fracaso fue inevitable, los milagros no existen, pero lo cierto es que, vista hoy, esa sensación de rebeldía y disparate se agradece ligeramente. Además, tampoco anda tan lejos del ‘Lucky Luke’ de Jean Dujardin estrenada seis años después, así que lo mismo es que no es nada fácil llevar al cine el espíritu de uno de los vaqueros más míticos y geniales de la historia.

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