Háblame – Crítica de la película

Háblame – Crítica de la película

Por lo general, al hablar sobre los comportamientos de las nuevas generaciones de jóvenes, siempre surgen dos palabras: “gratificación inmediata”. Pareciera que el consenso sobre las actitudes de los centennials es que “lo quieren todo y lo quieren ya”. Puede ser que, en muchos casos, esto sea cierto. Sin embargo, hacer tal sentencia sin saber lo que realmente está pasando por las mentes de las juventudes es muy poco empático. La película Háblame intenta darle un sentido a esa urgencia, a esa sensación de querer hacer y experimentar todo antes de que la vida se acabe, y lo mejor es que lo hace utilizando el horror más puro.

No sorprende que los directores, Michael y Danny Philippou, se hayan sentido atraídos a esta historia para convertirla en su debut en formato de largometraje. Después de todo, los gemelos oriundos de Adelaide, Australia, ya sabían cómo transmitir ansiedad por medio de la cámara. Antes de embarcarse en un proyecto para cines, abrieron un canal de YouTube con en cual, bajo el seudónimo RackaRacka, se volvieron virales.

Crítica de la película Háblame.

Una gran cantidad de los cortos que suben a ése canal son parodias –llenas de energía trepidante– a numerosas franquicias reconocidas en la cultura pop. Desde payasos que hacen masacres en locales de comida rápida hasta enfrentamientos con sables láser “en la vida real”, todo siempre termina en caos y desastre.

Ahora, para el salto a la gran pantalla, mantienen la sensación de que, en cualquier momento, todo se puede descontrolar. Aunque, de forma muy ingeniosa, se deshacen del tono de farsa al presentarnos a Mia (Sophie Wilde, con soltura teatral hipnotizante), una joven que acaba de atravesar una pérdida significativa y que todavía experimenta confusión por lo sucedido. Por eso, cuando en una fiesta sus amigos la invitan a participar de un extraño juego, ella acepta.

El juego consiste en sentarse frente a una superficie donde se coloca una tétrica mano embalsamada que la persona en turno debe tomar. En cuanto sucede el contacto, se tienen que pronunciar las palabras “Háblame” y “Te dejo entrar” para que comience un trance que lleva al más allá.

Ante esto, más de un espectador se podría preguntar si alguien, aún dentro de una ficción, sería capaz de hacer algo tan descabellado sin pensar en las consecuencias. Y es aquí donde entra el guion de la autoría de Danny Philippou y Bill Hinzman, que con gran detalle desarrolla al personaje protagónico y le da la vulnerabilidad requerida para que sus actos se sientan orgánicos. Como público, es muy difícil cuestionar el arrojo de Mia cuando se le ofrece la oportunidad de escapar de su realidad. Lo interesante es que la cinta delinea de forma extremadamente realista la confusión de quienes rodean a la chica. De hecho, sus amigos Jade (Alexandra Jensen), Riley (Joe Bird) y Daniel (Otis Dhanji) también están viviendo momentos de turbulencia, así que su necesidad de hacer cosas nuevas y romper con su cotidianidad queda perfectamente justificada.

película háblame

Para complementar el estudio clínico y preciso que se hace de la ansiedad y el miedo a perderse aquello de lo que todos están hablando –FOMO, dirían por ahí–, está el aura de rebeldía que lo cubre todo. Los gemelos Philippou no tienen reparo al trasladar a un contexto pesimista la energía exhilarante y estimulante de sus primeros videos. Presenciar esta historia es como si te ataran de manos al asiento de una montaña rusa situada en un entorno donde sólo se ven imágenes angustiantes.

La edición machacante (cortesía de Geoff Lamb) no da descanso a quienes están del otro lado de la pantalla, y tampoco lo hace la fotografía melancólica (gran trabajo de Aaron McLisky), que cumple su objetivo de desestabilizarnos.

película háblame
La película Háblame.

Quizás al principio podría parecer que los realizadores recurren al uso de elementos impactantes únicamente para demostrar que lo pueden hacer. Pero éste no es el caso. Sí, el gore se inserta en la narrativa sin previo aviso, dejándonos helados. No obstante, responde a lo que se busca con la atmósfera asfixiante y envolvente del filme: abrir la conversación –nunca aleccionar– con respecto a las ventajas y desventajas de vivir sujetos a la inmediatez actual.

Con todo esto, la película Háblame se convierte en una propuesta sumamente atractiva, pues además de darle un enfoque fresco a su alud de convencionalismos sobrenaturales, construye sus sustos con muchísima creatividad, metiéndose bajo nuestra piel y sacudiéndonos. Todos nuestros sentidos se ponen en nuestra contra y es fascinante.

autor Me fascina escribir, escuchar, leer y comentar todo lo relacionado con el cine. Me encanta la música y soy fan de The Beatles, Fleetwood Mac y Paramore. Mis películas favoritas son Rocky y Back to the Future y obvio algún día subiré los “Philly Steps” y conduciré un DeLorean. Fiel creyente de que el cine es la mejor máquina teletransportadora, y también de que en la pantalla grande todos nos podemos ver representados.
0
Zachary Levi, estrella de ¡Shazam!, pide al público no ver la “basura” que sale de… RUMOR: Disney quiere a Florence Pugh para live-action de Enredados

No hay comentarios

Aún no hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *