Cine de terror: Historia, subgéneros y características

Cine de terror: Historia, subgéneros y características

Ansiedad, incomodidad, incertidumbre… miedo. Esas son sólo algunas de las emociones que genera el cine de terror. A lo largo de su historia, este género se ha encargado de asustar, o incluso traumar, a millones de personas en todo el mundo. Lo más interesante de las películas pertenecientes al género es que no siempre requieren de los mismos elementos para provocar miedo en los espectadores. Gracias a todo lo que puede generar ese sentimiento, el cine de terror se ha expandido a través de diversos subgéneros con características únicas y una gran cantidad de aficionados. Aquí te contamos cuáles son los subgéneros del cine de terror y con qué películas puedes disfrutar de cada uno.

El origen del miedo

Aunque el cine de terror, formalmente, no existiría hasta varios años después, algunos estudiosos del séptimo arte refieren que el primer jumpscare llegó en 1896, cuando los hermanos Lumière presentaron La llegada del tren. El metraje, que ni siquiera llegaba al minuto de duración, estelarizó una de las primeras proyecciones de los hermanos en un café parisino, y tuvo una reacción escandalosa. Los asistentes sintieron pánico al ver que un tren se acercaba a ellos a toda velocidad, pues no estaban acostumbrados a ese tipo de material.

La llegada del tren

Unos meses después, Georges Méliès experimentó con La mansión del diablo. En 3 minutos de duración, un diablo acosaba a los visitantes de una peculiar casa. Hoy es considerada como una comedia de terror, pero al mismo tiempo se dice que fue la primera película de su género.

Si nos remontamos a los primeros años del siglo XX, otros países ya habían jugado con la oscuridad y el miedo de los seres humanos.  Así surgieron Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Frankenstein de Edison, L´inferno (en Italia) o El estudiante de Praga (en Alemania). En el expresionismo alemán de la década anterior, cintas como El gabinete del doctor Caligari o Nosferatu coquetearon de gran manera con los seres más allá de lo humano, la oscuridad, la tensión y lo que va más allá de la mente humana.

Fue hasta la década de los 30 que el cine de terror se estableció como un género formal, pero ya había películas que jugaron con sus características algunos años atrás. Poco a poco, los directores de la época experimentaron con más elementos que provocaban, como mínimo, una gran incomodidad en la audiencia. Gracias a la variedad de opciones con las que se contaba, así surgieron los subgéneros del cine de terror que te presentamos a continuación.

Terror psicológico  

Más allá de los demonios, los zombies, o incluso los psicópatas, hay algo que provoca aún más pavor en este subgénero: los miedos internos. El terror psicológico se enfoca menos en el espectáculo, pero si se trabaja a detalle, puede resultar más atractivo. Hace énfasis en lo incómodo, las ideas prohibidas, los trastornos de identidad, la locura, todo lo que pasa en la mente de una persona. Al enfocarse en eso, permite que haya una empatía mucho más profunda con los protagonistas, tanto para bien como para mal. Sus principales antagonistas son humanos que, simplemente, alcanzaron ese punto de quiebre y se convirtieron en verdaderos monstruos.

Para algunos, el terror psicológico inicia en la literatura con los relatos de Edgar Allan Poe, quien plasmó la perdición de varios personajes debido a los demonios de su propia mente. Sin embargo, en el cine, su origen se le atribuye a El gabinete del doctor Caligari, una de las obras más importantes del expresionismo alemán. Dicha película jugó con los efectos de una mente enferma y sorprendió al público con su gran giro final.

Características: Personajes no delimitados entre buenos y malos; busca una respuesta emocional también en los espectadores; uso de espejos y sombras para generar inquietud; el conflicto surge en la mente y se extiende a través de cómo se percibe la realidad.

Algunos ejemplos destacados: El resplandor, El silencio de los inocentes, Misery, Funny Games, ¡Huye!

Películas gore

cine de terror gore

Si son fans del terror más gráfico, ése que incluso puede provocar malestar físico, el cine gore es para ustedes. Las escenas sangrientas están a la orden del día, los planos no tienen miedo de mostrar órganos, mutilaciones y litros de sangre en pantalla. Evidentemente, hay personas que no aguantan cuan explicitas se vuelven e incluso se tienen que salir de las salas de cine porque simplemente es demasiado. El objetivo principal del gore es hablar de la fragilidad del cuerpo humano, pero llevada a niveles extremos.

El Código Hays se creó y publicó, entre otros aspectos, para evitar que películas sumamente violentas llegaran a los cines. En las primeras décadas del siglo XX, y antes de su surgimiento, algunas producciones de D. W. Griffith y Cecil B. DeMille ya mostraban violencia en forma de mutilaciones y decapitaciones. Se reconoció al gore como un subgénero en la segunda mitad del siglo pasado, y fue redescubierto en producciones relacionadas al delito o los villanos psicópatas. Su gran impacto, sin embargo, llegó entre 1960 y 1972.

Características: Exageración de la violencia, bajo presupuesto (por el riesgo comercial que implica), propuestas poco elaboradas (no por eso malas) que suelen dirigirse a un nicho y con un mayor énfasis en el aspecto visual.

Algunos ejemplos destacados: Blood Feast (primera película gore “oficial”), The Gore Gore Girls, El amanecer de los muertos vivientes, Hostal, la franquicia Saw, El ciempiés humano y A Serbian Film.

Películas de monstruos

cine de monstruos

Fue el encargado de “estrenar” el cine de terror una vez que este se posicionó como un género formal. Comenzó durante la década de 1920 y bebió, entre otras corrientes, del ya mencionado expresionismo alemán. Las tramas de estas cintas suelen seguir a un grupo de personajes que se enfrentan a los ataques de inmensas y aterradoras criaturas, que pueden basarse en leyendas, cuentos y demás personajes creados para la literatura.

En el cine americano, Universal Pictures fue el estudio encargado de darle prioridad a su realización, y lo llevó al éxito con una gran galería de personajes que siguen provocando pesadillas a los espectadores. Su auge se atribuye a la década de los 30 y a inicios de los 40. Años después, entrarían en decadencia. Si bien, aún se recurre al cine de monstruos, lejos quedaron los tiempos donde este era la cara del terror.

Características: Criaturas con apariencia aterradora que luchan en contra o a favor de los humanos, y a su vez reflejar la oscuridad de los seres humanos; fotografía oscura, ambientación lúgubre y amenazas que, comúnmente, superan al poder humano.

Algunos ejemplos destacados: Drácula, Frankenstein, La momia, El hombre invisible, El hombre lobo y, más recientemente, Un lugar en silencio.

Cine de zombies

Tiene como protagonistas a los llamados “muertos vivientes”, esos seres que murieron, resucitaron, y ahora tienen como necesidad la carne de los seres vivos. Se les presenta lentos, con un aspecto espantoso, emitiendo sonidos guturales y persiguiendo a los protagonistas. Estos deben enfrentarse a ellos para sobrevivir. Su origen se remonta a principios de los años 30, al mismo tiempo que Universal Pictures destacaba con su cine de monstruos. Tomó como inspiración algunas leyendas haitianas, en las que se asociaba el resucitar de los zombies a la magia negra.

Características: En un principio, los zombies eran cuerpos manipulados por fuerzas oscuras y cometían crímenes por otras personas. Hoy son más exacerbados, con apariencia descarnada y tienen otro tipo de orígenes. Las películas de este subgénero se enfocan en la supervivencia de los protagonistas.

Algunos ejemplos destacados: White Zombie, La noche de los muertos vivientes, Exterminio, El amanecer de los muertos y Estación zombie.

Ciencia ficción

cine de terror y ciencia ficción

Involucra una mezcla del terror con los elementos básicos de la ciencia ficción. Sus tramas se inspiran en los resultados catastróficos que los avances científicos o tecnológicos pueden provocar hacia los protagonistas de cada película. Los inicios de este subgénero se remontan a la década de los 50, cuando el mundo comenzó a explorar la tecnología de la época. Hubo una genuina curiosidad por lo desconocido y los experimentos científicos, así que algunos directores decidieron darle un giro a los posibles resultados: convertirlos en una amenaza para la humanidad.

En Estados Unidos, La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) se convirtió en una de las películas más importantes de esta tendencia, pero al mismo tiempo, los asiáticos experimentaron con ella. Godzilla (1954) es un ejemplo de ello, pues el enemigo surgió como consecuencia de una mutación. Hoy se considera que las películas Kaiju surgieron como un derivado de esa mezcla entre el cine de terror y la ciencia ficción.

Características: Tecnología ficticia o derivada de la actual; experimentación con terribles resultados; villanos o amenazas que aún no existen o no se han descubierto; entornos fuera del común denominador que resultan inquietantes.

Algunos ejemplos destacados: La franquicia Alien, La cosa del otro mundo, La mosca, Señales y El cuarto contacto.

Found Footage / Metraje encontrado

Este subgénero intenta dotar de realismo a las historias que narra. Cuenta con personajes que se encuentran siendo grabados por otro(s) y, en ocasiones, quien graba no aparece precisamente en pantalla. Puede haber planos y movimientos descuidados, sonido sin tanta edición, y momentos aterradores en los que el movimiento de los personajes impide ver con claridad lo que ocurre en pantalla. Todos los elementos están trabajados de una forma sutil para que parezcan grabaciones de la vida cotidiana: no hay una fotografía elaborada, el vestuario es como el de todos los días y se hace uso de locaciones ordinarias que en el contexto de la historia se vuelven inquietantes. Comúnmente, se le hace creer a la audiencia que el material fue “encontrado” por casualidad.

Tiene su origen en los 60 con La conexión, de Shirley Clarke, que presentó a un director de cine que grabó a un grupo de adictos a cambio de dinero. Fue hasta 1980 que Holocausto caníbal se convirtió en la primera película que recurrió al formato. Narró la historia de un grupo de documentalistas que se introdujeron a la selva amazónica para un reportaje sobre las tribus caníbales de la zona. Ante su desaparición, el grupo de rescate enviado sólo encuentra el material grabado. Como los espectadores no estaban acostumbrados a este tipo de narración, muchos creyeron en la “veracidad” de la historia y se escandalizaron por el contenido.

Características: Las cámaras forman parte de la vida de los personajes. Estos graban con un objetivo fijo: hay imágenes y acción borrosas, iluminación natural, Y los sonidos y la música son diegéticos (es decir, ocurren dentro del relato, no en el montaje).

Algunos ejemplos destacados: The McPherson Tape, El proyecto de la bruja de Blair, Cloverfield, Lake Mungo, y las franquicias Actividad paranormal y Rec.

Giallo

Es el subgénero de terror nacido en Italia, y muchos lo consideran como un antecesor del slasher que hoy conocemos. Sus temáticas recurren a la parte psicológica, es decir, lo que acecha a los personajes dentro de su mente. Visualmente, el giallo abusa de la sangre, pero no en un contexto “sucio” como el gore, sino de una forma más estilizada, incluso rozando lo irreal o fantasioso. También se centra en el crimen, y su representación se da a partir de coreografías muy bien definidas. Hay brutalidad, sí, pero con un estilo mejor trabajado.

Surge en la década de los 60 con las primeras producciones de Mario Bava, que evolucionaron hasta darle forma al subgénero. En esa década, y en la posterior, se considera la mejor etapa para los amantes del giallo. Aportó directores como Dario Argento, Lucio Fulci y el ya mencionado Bava.

Características: Combinan el misterio y terror a partes iguales. Los crímenes son cometidos contra las mujeres (en su mayoría) y hay elementos sobrenaturales que complican la resolución del conflicto. El villano se esconde tras gabardinas o vestuarios que lo hacen ver misteriosos, mientras que el apartado visual, a pesar de lo crudo del relato, es elegante. Además, la música suele ser una mezcla de géneros tan peculiar como la ambientación.

Algunos ejemplos destacados: La muchacha que sabía demasiado, Seis mujeres para el asesino, El pájaro de las plumas de cristal y Suspiria. Recientemente, el director James Wan se inspiró en el giallo para crear la polémica Maligno.

Slasher

Este subgénero suele estar relacionado con el anterior, pero tiene característica principal la presencia de un antagonista que se dedica a acechar a todos los personajes principales para asesinarlos. Aunque no ocurre en todos los casos, los protagonistas forman parte de un grupo de amigos.

Su origen se le atribuye al giallo italiano, y también a cintas como Psicosis, una de las primeras en introducir la figura del psicópata como villano principal. Su auge se dio durante la década de los 70 y 80, pero algunos de sus antagonistas siguen presentes en la memoria de los espectadores, ya sea por su apariencia, armas o formas de matar.

Características: Predilección por víctimas adolescentes, personajes estereotipados, muertes creativas y sangrientas con armas especiales. El asesino suele moverse por la venganza. También está la llamada “Final Girl”, la última chica que sobrevive y acaba con el asesino.

Algunos ejemplos destacados: Las franquicias Halloween, La masacre de Texas, Pesadilla en la calle del infierno, Viernes 13 y Scream.

Paranormal

cine de terror paranormal

Es, para muchos, el subgénero más conocido en el cine de terror, y el que más se ha explotado a lo largo de los años. Ya hablamos de monstruos y asesinos, así que toca el turno a aquellas apariciones fantasmales sin explicación posible. Aquí entran los demonios, las posesiones, fantasmas y demás presencias que no forman parte de lo terrenal. La amenaza en cuestión puede tomar diversas formas, e incluso relacionarse con otros de los subgéneros. Por ejemplo, Actividad paranormal está realizada en formato found footage, pero habla de posesiones y presencias demoníacas en todas sus películas.

La religión suele formar parte importante del relato, pues se le considera como una de las formas en que se puede acabar con el mal. Se considera que el auge de este subgénero llegó en la década de los 70, cuando El exorcista marcó un antes y un después en la historia del terror.

Características: Seres sobrenaturales que desafían la lógica, choque de creencias, personajes adultos que saben más de lo que aparentan, y maldiciones o tragedias del pasado que desataron consecuencias.

Algunos ejemplos destacados: El exorcista, Juegos diabólicos, El exorcismo de Emily Rose, la franquicia El aro y El conjuro.  

Folk Horror

Este tipo de cine de terror se caracteriza por su ubicación. No se desarrolla en casas abandonadas o ambientes pequeños, sino al aire libre y en locaciones que, comúnmente, no son conocidas por la sociedad. Usualmente, estos lugares esconden maldiciones o personas con costumbres y tradiciones únicas. No es raro encontrar sectas, cultos, paganismo, brujería, o cualquier tipo de tema prohibido.

El término folk horror se acuñó en 1970, cuando el crítico Rod Cooper lo empleó para describir el largometraje The Blood on Satan´s Claw, donde unos niños que juegan en el campo encuentran restos de lo que parece ser una garra. Con el paso del tiempo, una extraña locura inunda el lugar y comienza una serie de extraños rituales.

Características: Locaciones donde sobresale la naturaleza, con un choque entre la inmensidad de ésta y la soledad de los protagonistas; personajes inquietantes a su alrededor; cultos, rituales o creencias paganos, prácticas irreverentes e incluso luchas de creencias.

Algunos ejemplos destacados: The Wicker Man, La serpiente y el arcoíris, La aldea, La bruja y Midsommar: El terror no espera la noche.

Terror elevado

Aunque muchos aún no lo reconocen como subgénero, sí es un término que ha ganado gran popularidad en los últimos años. Aunque su nombre indica otra cosa, en realidad no se aleja de los tropos habituales del género. Los toma como base y los combina con otros argumentos o personajes más complejos. La resolución de los conflictos suele ser enfocada en dilemas morales o decisiones complicadas donde los principios éticos pueden estar en riesgo. Hay mayor profundización en lo relativo a la vida y la muerte, pero también en la condición humana y cómo los extremos pueden hacer que ésta se tambalee.

El origen del terror elevado se encuentra en el último lustro, cuando Ryan Lattanzio, columnista de IndieWire, lo usó para hacer referencia a una nueva ola de películas. Éstas, en su mayoría, provinieron del estudio A24 y recibieron grandes comentarios por hacer un terror más “artístico”, que antepuso las metáforas y su gran realización ante los llamados jumpscares.

Características: Temática compleja pero inspirada en argumentos ya conocidos, historias con más de una interpretación; gran realización técnica; se abordan algunos aspectos psicológicos y morales. No se refugian en los jumpscares, sino en las acciones y límites de sus personajes.

Algunos ejemplos destacados: Está detrás de ti, Viene de noche, El legado del diablo, El faro y Men: Terror en las sombras.

autor Soy de los que siempre defendió a Robert Pattinson como Batman y puede ver la misma película en el cine hasta 7 veces. ¿Mi gusto culposo? El cine de terror de bajo presupuesto.

Contenido original de Cinepremiere.com.mx

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